EE UU pone en duda la capacidad de Repsol para desarrollar su mayor proyecto petrolero en Venezuela
Washington se esfuerza por intensificar la relación entre la estadounidense Chevron y Caracas.- Las multinacionales abogan por un boicot general para arrancar mejores condiciones a Chávez
Caracas, mayo de 2010. El presidente de Repsol, Antonio Brufau, y el de Venezuela, Hugo Chávez, firman la constitución de una empresa conjunta para desarrollar las reservas de crudo pesado de Carabobo, en la faja del Orinoco, un importante proyecto con el que el régimen bolivariano da un paso adelante en la búsqueda de socios extranjeros para la extracción de petróleo. La compañía española ha ganado meses antes el concurso para liderar el consorcio de uno de los tres lotes en los que se divide la megaobra. Pero el servicio diplomático estadounidense, que defiende abiertamente a la californiana Chevron para elevarla al estatus de socio privilegiado de Caracas, muestra reticencias sobre la empresa que preside Brufau.
"Repsol ha sido un socio menor para la petrolera estatal PDVSA y las compañías indias [que se agrupan en el consorcio español] no desarrollan por ahora ningún proyecto en Venezuela. Su falta de experiencia alimenta las dudas sobre su éxito potencial y capacidad para poner en marcha el proyecto 1", dice un cable confidencial de la embajada de EE UU en Caracas de febrero del año pasado.
Los documentos obtenidos por Wikileaks a los que EL PAÍS ha tenido acceso dibujan un panorama en el que la embajada siembra dudas sobre la empresa española en defensa de la estadounidense; y el resto de multinacionales que quieren parte de la tarta del petróleo venezolano se muestran decepcionadas por la participación de Chevron y Repsol. La noruega Statoil y la británica BP apostaban por un boicot internacional al concurso, con la esperanza de arrancar así mejores condiciones al Gobierno de Chávez.
El contrato que se firmó en febrero del año pasado no era uno más. Es el más importante que ha firmado Repsol en Venezuela. Y, como la propia embajada señala, se trata de un paso inédito desde que el líder bolivariano accedió a la presidencia en 1999. "Si se forman las nuevas compañías mixtas, será la primera vez que la Administración de Chávez, el Ministerio de de Energía y PDVSA desarrollen, ejecuten y operen un proyecto de esta magnitud. Muchos aquí se muestran escépticos sobre su posibilidad de hacerlo", asegura el documento del 12 de febrero.
El área de Carabobo atesora 128.000 millones de barriles de petróleo. Repsol lidera un consorcio en el que prevé invertir 750 millones de dólares (unos 550 millones de euros al cambio actual) hasta 2014. La empresa mixta -en la que PDVSA controla un 60%, Repsol, un 11% y otras compañías indias y malasias, el 29% restante- se constituye por 25 años, con un plazo que se puede prorrogar 15 más, para alcanzar una producción máxima de 400.000 barriles de petróleo al día.
Pero la incertidumbre sobre la capacidad de Repsol para llevar a cabo el proyecto no procede solo de la diplomacia estadounidense. En un cable de finales de febrero, tan solo un par de semanas más tarde que el anterior, el presidente de Statoil en Venezuela, Anders Hatteland, también pone en duda que la petrolera española disponga de la experiencia técnica necesaria. La empresa responde que desde el inicio del contrato los plazos se están cumpliendo escrupulosamente sin ninguna incidencia relevante.
El Gobierno sacó a concurso la formación de compañías mixtas con las que participar en la extracción y en la construcción de instalaciones para producir y mejorar el crudo. El primer lote lo ganó Repsol. El tercero, Chevron. "Un nuevo pacto con Chevron solidificaría su posición como el socio internacional mayor y más importante de PDVSA", dicen en la embajada. Y en este intento por colocarse como un agente relevante, cualquier detalle cuenta. Los papeles del Departamento de Estado hablan de la decepción de EE UU porque el embajador no haya sido invitado a la ceremonia de inauguración, celebrada en febrero en Carabobo. A este acto, que presidió Chávez, sí asistieron los embajadores de los otros países beneficiarios del contrato.
Pese a no invitar al diplomático estadounidense, el líder venezolano habló en la ceremonia a favor del diálogo con EE UU, según señalan en la embajada. Chávez incluso comentó al presidente para África y América Latina de Chevron, Ali Moshiri, que le gustaría asistir en Texas a un partido del equipo de béisbol Astros de Houston, pero reconoció la imposibilidad de esta visita por razones políticas. Moshiri respondió con una invitación al líder bolivariano para conocer las instalaciones de su empresa en Houston. El embajador subraya que EE UU ha hecho todos los esfuerzos posibles para restablecer el diálogo con Venezuela, y que la embajada lleva meses a la espera de una respuesta del servicio diplomático de Caracas para restablecer el diálogo bilateral.
Chevron y Repsol no están solos en la lucha por hacerse un hueco en Venezuela. Multinacionales como BP y Statoil se quejan de que la española y la estadounidense acudan al concurso, ya que la falta de infraestructuras en la faja del Orinoco y la escasa claridad de las condiciones desaconsejan su participación. La decepción se dirige más hacia la empresa estadounidense que hacia la española, ya que, según el representante de Statoil, al participar, Chevron otorga al Gobierno venezolano una "credibilidad" que no tenía garantizada.
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Un confidente español en la embajada americana
Un empleado de Repsol dio pistas a la embajada de EE UU en Caracas sobre los problemas con los que se topaba la compañía en Venezuela y Cuba. Y esto lo hizo en al menos dos ocasiones, "Repsol ha cancelado planes de perforación en Cuba por ser incapaz de conseguir una plataforma de perforación en el mar exterior", asegura un cable de agosto de 2009. "La compañía española se ha enfrentado a muchos retos en el último mes en la perforación de Urdaneta", añade unas líneas más abajo.
El confidente aporta datos técnicos sobre las actividades de la empresa. Según su versión, gran parte de los problemas para conseguir materiales necesarios como lanchas de suministros o combustible responden a los efectos "indeseados" de la política de nacionalización del sector petrolero llevado a cabo por el Gobierno venezolano. "Su incapacidad para conseguir herramientas especializadas en la perforación por parte de [la compañía estadounidense] Schlumberger confirma nuestras informaciones de que las compañías se están llevando discretamente bienes de equipo de Venezuela"
El presidente Chávez anunció en septiembre de 2009 que Repsol había descubierto un importante yacimiento de gas en el golfo de Venezuela. El infiltrado -cuya identidad ha de ser protegida, según especifica el cable confidencial- solo tarda cinco días en confirmar a la embajada el hallazgo, pero no los números que el jefe del Estado ha dado a la prensa. Los diplomáticos que oyen su relato no se muestran muy sorprendidos. En su opinión, es habitual que Chávez haga anuncios que incluyen datos erróneos, pero que apuntan en la dirección correcta.
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