Chávez, el gran reclamo turístico de Venezuela
El país con más kilómetros de mar Caribe hace de su presidente su principal atracción y asegura ser víctima de una conspiración para hundir su imagen
En el primer día de la Feria Internacional de Turismo de Madrid (Fitur), el pasado jueves, un camarero explicaba los cócteles más populares de Puerto Rico ante un grupo de hombres y mujeres de negocios cartera en mano. A pocos metros, unos jóvenes fingían estar de copas en una terraza de playa de Panamá. Entre los países americanos, esos eran los expositores modestos, comparados con Colombia, Brasil o Costa Rica. ¿Y Venezuela? Escondido, al fondo, se podía encontrar un cubículo gris con pegatinas de la aerolínea Conviasa. La decoración: un cartel conmemorativo de la independencia del país con un retrato de Simón Bolívar. No había información puramente turística a disposición de los curiosos: apenas un folleto sobre inversiones en Venezuela y ejemplares atrasados de una revista de la Embajada en Madrid.
Sentado en una mesita, encadenaba reuniones de trabajo Alejandro Fleming (Mérida, 36 años), ministro de Turismo de Venezuela desde hace un año. "Hemos hecho hincapié en el elemento negociador sobre el elemento expositivo", explicaba sobre la austera propuesta de su país. Según Fleming, hay un creciente interés de los operadores turísticos por vender Venezuela como destino, y así lo corroboraban todas las reuniones de negocios que tenía concertadas para tres días en Madrid.
Con energía y una amplia sonrisa, en un discurso algo mecánico en ocasiones, Fleming asegura que uno de los factores que ha incrementado el interés turístico de Venezuela es la figura de su presidente, Hugo Chávez, y su revolución bolivariana, notoria hasta asfixiar mediáticamente casi cualquier otra realidad política de Latinoamérica. "A través de estudios que hemos hecho, consideramos que el principal promotor del turismo en Venezuela ha sido el presidente Chávez directamente", argumenta. "Hemos utilizado el nombre del presidente Chávez" para potenciar el país como destino.
"Antes se conocía Venezuela por el petróleo y la belleza de sus mujeres", continua el ministro Fleming. Las dos cosas siguen ahí. "Pero adicionalmente tenemos un actor político de renombre internacional que es el presidente Hugo Chávez, amado por muchos y no tanto por otros, sobre todo porque reivindica posiciones soberanas".
A raíz de esa presencia ineludible de Chávez en la escena internacional, "ha surgido un interés que hemos podido medir científicamente" en términos de incremento del número de turistas "que van a conocer la realidad venezolana". "Yo no sé si llamarlo turismo político", concluye el ministro, "no sé si es el término apropiado, porque todo turismo responde también a un interés político".
Actualmente, el turismo representa el 4% del PIB de Venezuela. Según el ministro Fleming, el dato ha mejorado desde el 1% hace una década. El país recibió "más de 500.000" visitantes el año pasado y el objetivo del Gobierno para 2011 es acercarse a un millón. Los turistas extranjeros proceden principalmente de Europa, Estados Unidos y Canadá. Sin embargo, el Ministerio de Turismo se propone abrir tres mercados a partir de este año: Rusia, China y Siria.
"Tenemos una alianza político estratégica con China y un acuerdo de cooperación con Rusia". Estos dos países, dice Fleming, "van a ser los principales emisores de turistas" en un futuro cercano.
En cuanto a Siria, la aerolínea de bandera venezolana, Conviasa (Consorcio Venezolano de Industrias Aeronáuticas y Servicios Aéreos), ha comenzado hace un mes a operar semanalmente entre Caracas y Madrid, en una ruta que llega hasta Damasco. "Hay una importante comunidad de sirios en Venezuela", explica Fleming. En general, la nueva ruta aérea (operativa desde el pasado septiembre) era el mensaje más importante que el ministro trajo a la feria de negocios de Madrid, y que de paso justificaba la austera temática de su expositor.
En Fitur, ningún visitante encontró a mano información sobre la mejor época para viajar a Venezuela, o si es fácil viajar con niños, o fotos de Isla Margarita, los 3.000 kilómetros de costa del Caribe, el Archipiélago de Los Roques o maravillas naturales como el Salto del Ángel, la cascada más alta del mundo que cae desde un cortado característico de la orografía de Venezuela y que ha inspirado los paisajes de películas como Up o Avatar, a no ser que se lo relatara el propio ministro. El país pretende convertir el Salto del Ángel en una especie de logo de marca, al estilo de lo que la montaña Pan de Azúcar es para Rio de Janeiro.
Venezuela se encuentra, según Fleming, ante un reto importante a la hora de promocionarse. "Hay condicionantes importantísimos que han generado problemas. Hablo de la cuestión de la seguridad". Fleming parece ser consciente de una supuesta imagen internacional de inseguridad de su país. "Es producto de una matriz mediática internacional contra el Gobierno de Venezuela", asegura. "Una estrategia de aislamiento desde los grandes centros de poder mediático".
Campaña contra Venezuela
El ministro de Turismo de Venezuela afirma que funcionarios de la Organización Mundial del Turismo le han confesado "que ellos saben y han podido medir que existe esa campaña contra Venezuela como destino turístico". Fleming opina que esa campaña "es fácil de desmontar", primero, porque si fuera un país inseguro no recibiría el interés de los operadores que dice recibir. Y segundo, por la experiencia de los turistas. "En una semana puedes constatar la realidad del país y luego comprender el entre líneas de algunas publicaciones".
A pocos metros, Cuba, un país mucho más significado políticamente que Venezuela, se presentaba en Fitur con un decorado que recordaba a un café de La Habana y un cigarrero liando tabaco ante los visitantes. "Cuba ha conseguido romper el cerco mediático que contra ella se estableció", explica Fleming. "El turismo le ha permitido mostrar su realidad, a través de los turistas que van a Cuba y vuelven diciendo: 'Todo lo que me han contado de ese país no es verad'. Eso está ocurriendo también con Venezuela. Cualquiera que venga podrá comprobar cuán plena es la democracia".
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