"Maten a Correa para que se acabe ya esta protesta"

Algunos policías que participaron en la protesta contra el Gobierno de Ecuador del pasado jueves llegaron a pensar, en plena tensión de la revuelta, en matar al presidente Rafael Correa. Así se escucha en una grabación difundida este martes por la agencia Andes, en la que se oye a uno de los agentes instando a sus compañeros a acabar con la vida del mandatario, momentos antes de que este fuera rescatado por el Ejército del hospital donde se encontraba atrapado. "Maten rápido a ese hijo de puta de Correa, que lo maten para que se acabe esto ya, que se acabe esta protesta (...). Mátenle, embósquenle, dispárenle", recoge la grabación.

No obstante, también se escucha a otro policía que insta a los demás a mantener la calma y a no agredir a Correa. "A ver, compañeros, no hablemos de asesinatos, somos policías, somos representantes de la autoridad, defendamos nuestros derechos, pero ese ciudadano que se largue y que deje de ser presidente", indica. "No somos revolucionarios, somos ciudadanos que protegemos nuestra integridad y exigimos nuestros derechos, tal como lo estipula la Constitución de la República que aprobó el señor presidente", prosigue el agente.

En la grabación se escucha también cómo los policías advierten a sus compañeros de la presencia de los militares en los alrededores del hospital donde estaba retenido Correa: "Atención, suben cuatro vehículos militares por la (avenida) Orellana". Y otra voz insta a los gendarmes a levantarse: "No sean perros, perros, suboficiales perros, coroneles perros, generales perros", dice.

La frase de "maten a ese hijo de puta de Correa" se repite varias veces durante el audio, además de la intención de responder a los militares si estos disparan. "En el caso de que nos ofendan, nosotros ofendemos y matamos. Los chuspangos valen harta madre", al referirse a los militares.

Investigación

La fiscalía ecuatoriana investiga si existió intento de magnicidio contra Correa y para ello utilizará los vídeos y los audios de ese día. El presidente de la Asamblea Nacional, el oficialista Fernando Cordero, ha entregado ya seis discos electrónicos con más de ocho horas de grabación, así como testimonios de personas relacionadas con la Asamblea y pruebas documentales sobre la actitud de los policías que, según ha dicho, "brutalmente reprimieron a asambleístas".

El Ejecutivo considera que la sublevación fue fruto de un complot amplio y que la insatisfacción de policía y militares sobre un proyecto de ley sobre sus bonificaciones era tan solo una excusa.

El Gobierno ha prorrogado el estado de excepción decretado durante la insurrección y ha enviado un fuerte destacamento militar a la Asamblea Nacional, apoyado por un tanque y dos tanquetas. El Ejecutivo había indicado inicialmente que dejaría vencer el estado de excepción a medianoche de este martes, pero para mantener a las Fuerzas Armadas en el Parlamento es necesario mantenerlo, por lo que el presidente, Rafael Correa, ha decidido ampliarlo hasta el viernes "para que la Asamblea Nacional pueda ejercer a plenitud sus atribuciones y facultades constituyentes y legales".