Lula media en la polémica y defiende la presencia española en el club de los ricos

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, está a favor de que España esté en el G-20 y en todos los foros internacionales donde se decide el destino del mundo. Así lo expresó ayer a EL PAÍS su asesor de Asuntos Internacionales, Marco Aurélio García. Según García, las declaraciones del ministro de Economía, Guido Mantega, sólo han podido ser un malentendido, ya que Lula, desde el primer momento, defendió ante su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, y ante el británico, Gordon Brown, que España estuviera en el club de los países ricos. "No suelo llamar al presidente Lula los fines de semana, pero ayer hablé con él y me ratificó que su Gobierno apoya plenamente la presencia de España en el G-20", dijo García, quién explicó los motivos por los que el mandatario brasileño apoya a España: "Primero, por el papel importante que tiene en la Unión Europea; segundo, por las magníficas relaciones entre Brasil y España, y tercero, como apoyo a la labor social llevada a cabo por el presidente [del Gobierno] español, José Luis Rodríguez Zapatero, a quien queremos ayudar en este momento difícil que España está atravesando".

Hablando en un español perfecto, el asesor de Lula señaló que ya ha hablado con la embajada brasileña en Madrid y le ha confirmado la postura que mantiene el Gobierno brasileño sobre la polémica originada, y que Lula ha aclarado ya el malentendido con el ministro Mantega.

La prensa brasileña recogió ayer ampliamente lo ocurrido. El diario O globo llegó a decir en que la situación ha creado "malestar en la relación con España".