Naciones Unidas reprende a EE UU por no castigar las torturas de la CIA
El relator especial de la ONU advierte que se ha violado la ley internacional
Al relator de Naciones Unidas contra la Tortura no le ha gustado nada la decisión tomada por el presidente de Estados Unidos de no enjuiciar a aquellos agentes de la CIA que utilizaron técnicas cuestionables de interrogatorio contra sospechosos de terrorismo entre 2002 y 2005. Para Manfred Nowak, la decisión de Barack Obama viola el derecho internacional. Así de sencillo. "EEUU, al igual que los otros países adheridos a la Convención de la ONU contra la Tortura, se ha comprometido a investigar torturas y llevar ante la justicia a todas las personas con pruebas en su contra", declaró Nowak en una entrevista concedida al diario vienés Der Standard.
La pasada semana, Obama anunció que los colaboradores de la CIA que utilizaron métodos sospechosos de tortura no serían encausados, ya que cumplían órdenes. "Aquellos que cumplieron con sus obligaciones fiándose de la buena fe del asesoramiento del Departamento de Justicia no serán enjuiciados", manifestó el presidente tras darse a conocer la publicación de cuatro memorandos que detallaban con todo lujo de detalles las técnicas que los agentes de la CIA debían emplear en las prisiones secretas que la Agencia tenía desperdigadas por el mundo contra los sospechosos de pertenecer a Al Qaeda.
El anuncio decepcionó a grupos defensores de los derechos humanos y a ex detenidos que condenaron esas prácticas como tortura. Ahora ha hablado el relator de la ONU. "El hecho de que uno haya cumplido una orden no exime de responsabilidad", agrega Nowak, aunque admite que, sin embargo, ése podría ser un factor mitigador a la hora de iniciar un juicio. Para Nowak, lo más importante ahora es abrir una investigación exhaustiva por instancias independientes. Otros tribunales y fiscales de EEUU sí pueden abrir querellas contra presuntas torturas, razona Nowak en la entrevista, para concluir que también lo pueden hacer "otros países, como por ejemplo España".
Pero la Administración demócrata ya ha dejado claro que va a proteger a los empleados de la CIA de "cualquier tribunal internacional o extranjero" -en referencia a las diligencias iniciadas en España por el juez Baltasar Garzón contra un grupo de colaboradores del presidente George W. Bush.
Si la decisión de hacer públicos los informes que ahora han creado la polémica tuvo un intenso debate en el seno de la Casa Blanca -se considera una victoria del fiscal general, Eric Holder-, el hecho de qué hacer con quienes aplicaron esos métodos de interrogatorios también es un asunto que va a dividir al Gobierno. De momento, al senador Patrick Leahy, presidente del Comité de Asuntos Judiciales de la Cámara Alta, le faltó tiempo para decir que los informes refuerzan su argumento de establecer una comisión independiente que investigue o sucedido.
Para Anthony Romero, director del grupo de defensa de derechos civiles ACLU, lo que ha hecho Obama es proponer una amnistía encubierta para los agentes de la CIA que sencillamente es "insostenible". En este sentido, Nowak considera muy improbable que Obama vaya tan lejos como para emitir "una ley de amnistía" y considera que lo que ha sucedido es puramente político. El presidente ha querido dejar claro que pasa página en ese asunto. Punto. "Es hora de reflexionar y no de castigar", declaró Obama tras dar a conocer los informes.
El presidente del Instituto Árabe Americano, James Zogby, aseguró que el "valiente acto de Obama de transparencia debe ir seguido de pasos concretos que hagan responsable a la Administración Bush de los abusos que cometieron". De momento, Manfred Nowak ha anunciado que en breve viajará a Washington para reunirse con responsables del Gobierno Obama.
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