Reabierta en Brasil la causa por el asesinato de una monja estadounidense
Dorothy Stang luchaba por los más desposeídos.- El supuesto instigador de su muerte se ha entregado a la policía
El terrateniente brasileño Witalmiro Bastos de Moura ha vuelto a ser detenido acusado de ordenar el asesinato de la monja estadounidense Dorothy Stang. La religiosa, nacionalizada en el país suramericano, dedicó su vida a ayudar a los campesinos pobres y fue muerta a tiros en 2005. Ahora se reabre el proceso por su asesinato, que conmovió al mundo.
El terrateniente ha sido detenido en una de sus fincas en Pacajá en el Estado de Pará y está a disposición de la justicia. Un equipo de policías llevó a cabo la detención ordenado por la juez Vánia Lúcia Silveira, del Tribunal de Justicia de Pará.
Tras haber sido dado por desaparecido, Bastos de Moura mandó a un familiar que avisara a la policía de que estaba dispuesto a entregarse. Localizado por los agentes, fue conducido en un coche blindado hasta una celda de la comisaría de la Policía Civil de la localidad de Altamira. La repercusión que había tenido a nivel internacional la absolución del terrateniente llevó a la policía a tomar medidas especiales en su nueva detención, como ponerle un chaleco antibalas.
El asesinato de Dorothy se encuadró en las luchas de los campesinos pobres para conseguir un pedazo de tierra para cultivar, lo que les llevaba a veces a invadir, en la línea de los Trabajadores Sin Tierra (MST), haciendas que ellos consideraban desaprovechadas. Los terratenientes no se andaban con chiquitas asesinando a los campesinos. Stang se puso del lado de éstos y no dudaba en denunciar la violencia que sufrían, hasta que una tarde fue abordada por unos encapuchados y asesinada a tiros.
Su muerte conmovió no sólo a la opinión pública internacional sino a los miles de voluntarios que en Brasil luchan en cientos de ONG y organizaciones internacionales a favor de los más desposeídos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Mamdani, la voz de los excluidos
El Consell elude opinar sobre los mensajes de Mazón a Feijóo el 29-O y afea que el PSOE quiera saber más de quien no tenía responsabilidad
Un tribunal suspende el cese del jefe de la Policía en Lleida por una antigua condena de acoso sexual
Ocho muertos por una explosión en una mezquita alauí de Siria durante el rezo principal de la semana
Lo más visto
- Los socialistas valencianos reclaman a Feijóo que entregue a la jueza de la dana la conversación íntegra con Mazón
- Víctor Bermúdez, profesor de Filosofía: “Hemos perdido el control del proceso educativo, lo que damos en clase es en gran medida un simulacro”
- “Un jardín con casa, no una casa con jardín”: así es la premiada vivienda de 146 metros cuadrados que se camufla con la vegetación
- Zelenski confirma que cualquier pacto con Rusia deberá ser ratificado en referéndum
- Maisa Hens, cantante: “Gracias al anuncio de El Almendro no tuve que volver a hacer un ‘casting”




























































