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Entre coloquios de dos preguntas

Impuntualidades, halagos bilaterales y críticas al neoliberalismo

Javier Lafuente

Una de las características de la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, es ser extremadamente impuntual. Muchos recuerdan la foto oficial de la última cumbre del G-20 en Washington, el pasado noviembre. Tuvo que repetirse: faltaba Fernández. No ha cambiado nada desde entonces hasta su visita a España. El pasado lunes por la noche, en la cena de gala que ofrecieron los Reyes a la presidenta, los anfitriones y el resto de autoridades tuvieron que esperarla durante más de media hora.

La historia se volvió a repetir ayer, esta vez en un acto en la Casa de América de Madrid. El inicio de las intervenciones se retrasó 40 minutos. "Ah, es que Cristina es así, va a su aire", bromeaba, no sin razón, un periodista argentino después del acto.

Lo que se anunciaba como una tribuna con un posterior coloquio con los invitados al encuentro acabó convirtiéndose, prácticamente, en un soliloquio de la presidenta argentina, a quien precedió la vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega. Como ya ocurriese la tarde anterior en la conferencia de prensa en La Moncloa, Cristina Fernández sólo aceptó dos preguntas. En aquel caso, explicó que el líder de la oposición, Mariano Rajoy, la aguardaba en El Pardo, donde se ha alojado durante su visita a España; si llegaba tarde, bromeó, la culpa se la echaría al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Ayer no hubo excusas. "Sólo dos preguntas", recalcó la presidenta ante el malestar de los asistentes a la Casa de América. Antes del coloquio, Fernández y De la Vega se esforzaron en dejar claro que, a pesar del conflicto por la expropiación de Aerolíneas Argentinas y que la presidenta no se ha reunido de forma oficial con los empresarios españoles, la relación bilateral entre España y Argentina "nunca fue tan profunda como en esta etapa", según Fernández.

En la misma línea se mostró la vicepresidenta española. En su intervención, una verdadera loa a la presidenta Fernández, alabó su papel, el de "una abogada que ha hecho historia" al ser "la primera mujer en ser elegida por sus conciudadanos como presidenta de la República Argentina". En opinión de la número dos del Gobierno español, Fernández "capitanea un barco que llegará a buen puerto". Siempre, por supuesto, con la ayuda de España. "España y Argentina están cada vez más unidos", recalcó la vicepresidenta.

Cordialidad

De la Vega recordó la intervención de la mandataria argentina durante la última cumbre iberoamericana, celebrada en El Salvador, durante la cual Fernández aseguró que "estamos ante el fracaso de un modelo". "Comparto tu visión, querida presidenta. Efectivamente, el modelo que se basaba en la acumulación irracional y en la desregulación más absoluta de los mercados ha demostrado su incapacidad y los riesgos que conllevaba", dijo.

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"Es que me quiere mucho mi amiga María Teresa", dijo la presidenta argentina ante tal derroche de halagos. Ya en un tono más serio, Fernández disertó sobre la omnipresente crisis financiera global y defendió la reforma del funcionamiento de las organizaciones internacionales para que sean más equitativas. "La crisis económica es la punta del iceberg; en realidad, lo que ha fracasado es un modelo de organización internacional que imaginó una globalización unipolar y homogénea", aseguró la presidenta, que confió, una vez más, en que su país y España aprovechen su liderazgo en 2010 para consensuar reformas. Durante el primer semestre del próximo año, España se hará cargo de la presidencia de turno de la Unión Europea y Argentina será sede de la cumbre iberoamericana, además de coincidir con la celebración del bicentenario de la República.

Fernández, para quien Argentina fue un "conejillo de Indias del neoliberalismo", opina que ambos países deben ser "impulsores de la profundización de la integración", de forma que puedan "formular y construir consensos" y animar "a los otros actores en Europa y América del Sur para que, en encuentros como el G-20 y en cualquier otro foro, impulsen las reformas estructurales que hoy necesita el mundo".

La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, a la derecha, conversa con la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Casa de América de Madrid.
La vicepresidenta del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, a la derecha, conversa con la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, en la Casa de América de Madrid.EFE

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Sobre la firma

Javier Lafuente
Es subdirector de América. Desde 2015 trabaja en la región, donde ha sido corresponsal en Colombia, cubriendo el proceso de paz; Venezuela y la Región Andina y, posteriormente, en México y Centroamérica. Previamente trabajó en las secciones de Deportes y Cierre del diario.

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