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Obama se adelanta en Pensilvania, Ohio y Florida según un sondeo

Los encuestadores los consideran tres Estados clave para la victoria presidencial.- McCain acorta distancia en el conjunto del país.- Siete de cada diez personas desacreditan la presidencia de Bush de acuerdo a la encuesta de ABC y 'The Washington Post'

Barack Obama aventaja John McCain en Pensilvania, Ohio y Florida, tres estados que pueden resultar cruciales en las elecciones del 4 de noviembre, según el resultado de un sondeo publicado hoy por la Universidad Quinnipiac, realizada antes y después del primer debate entre ambos candidatos la semana pasada en Misisipi.

La encuesta revela que el apoyo al candidato demócrata ha superado el 50% en los Pensilvania, Ohio y Florida, que en conjunto enviarán 68 delegados al Colegio Electoral, de los 270 que necesita un candidato para convertirse en presidente. Este órgano, que está compuesto por 538 miembros, es el que vota finalmente al presidente de los EE UU a través de los delegados que envía cada Estado y que dependen de su población. Salvo en contadas excepciones, el ganador en cada uno se lleva la totalidad de los sufragios del estado.

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Electoral.

En Florida el 43% respaldaría a McCain, en Ohio el 42% y sólo un 35% de los encuestados en Pensilvania respaldaría al candidato republicano.

En las elecciones presidenciales de 2000 y 2004, los estados de Florida y Ohio se volcaron a favor del republicano George W. Bush, mientras que Pensilvania fue favorable a Bush en 2000 pero respaldó al demócrata John Kerry en 2004. "Ningún candidato ha ganado la elección presidencial desde 1960 sin victorias en estos tres estados", añade el sondeo de Quinnipiac.

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Los encuestadores de la universidad, que tiene su sede en Connecticut, atribuyeron estos resultados al deterioro de la imagen de la candidata republicana a la vicepresidencia, Sarah Palin, y a una mayor confianza de los votantes en la capacidad de Obama para dirigir la economía. En los últimos 20 días los últimos veinte días el senador Obama ha pasado de estar siete puntos a la zaga a ocho puntos por delante en Florida, mientras que sus ventajas aumentaron a ocho puntos en Ohio y 15 en Pensilvania, añaden.

McCain, a cuatro puntos

Sin embargo, en el conjunto del país, en lo que se refiere a intención de voto, las buenas noticias son para el candidato republicano John McCain, que a pesar de seguir por detrás de su rival Barack Obama, ha logrado recortar su diferencia en comparación a la semana pasada. El sondeo revela que si hoy se celebraran elecciones el 50% de los estadounidenses votaría al líder demócrata frente al 46% que se decantaría por el senador republicano. Hace una semana la brecha que separaba a Obama y McCain era de nueve puntos, más del doble que la actual.

Este último sondeo fue llevado a cabo entre el sábado y el lunes, después del primer cara a cara televisado de los dos candidatos y en plena crisis financiera, con un plan de rescate que sigue sin aprobarse y que divide y enfrenta a republicanos y demócratas.

La encuesta se realizó por teléfono a 1.070 votantes registrados y 916 posibles votantes, con un margen de error de unos 3 puntos.

Bush, en picado

La grave crisis financiera ha robado protagonismo a los candidatos a la Casa Blanca. Así lo demuestra la más reciente encuesta conjunta publicada por la cadena de televisión ABC y el periódico The Washington Post, en la que el 70% de los encuestados -un récord absoluto- ha desacreditado el trabajo que está realizando el presidente George W. Bush. Únicamente un 26% respalda el Gobierno del mandatario. A cinco semanas de las elecciones, Bush toca fondo en los índices de aprobación, y podría dejar la presidencia como el presidente más impopular en la historia, seguido de Harry Truman (67%, 1952) y Richard Nixon (66%, 1974).

Washington lleva poco más de una semana tratando de aprobar un plan de rescate financiero. A pesar de ser impulsado desde la Adminitración Bush, el paquete de socorro de 700.000 millones de dólares (497 millones de euros) ha encontrado resistencia del partido republicano, los correligionarios del mandatario, que el lunes lo rechazó en la Cámara de Representantes. Hoy el plan tiene una nueva posibilidad, pues será sometido al voto del Senado. Los electores aún tienen esperanzas en que el Congreso pueda sacar adelante la ayuda, pero se muestran poco optimistas con la dirección que puede tomar la economía estadounidense.

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