Los gobernadores opositores aceptan negociar con Evo Morales
La detención este martes del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, hacía temer por el éxito del preacuerdo
Los prefectos bolivianos contrarios al Gobierno han aceptado negociar con el presidente Evo Morales para resolver el violento conflicto en el que se encuentra sumido Bolivia, donde en los enfrentamientos de los últimos días han muerto 30 personas.
La detención este martes del prefecto de Pando, Leopoldo Fernández, acusado del asesinato de 15 campesinos durante los disturbios de la semana pasada, hacía temer por el éxito del preacuerdo. El gobernador de Tarija y portavoz de los opositores autonomistas, Mario Cossio, abandonó incluso la mesa de negociaciones con el vicepresidente Álvaro García al conocer la noticia. Sin embargo, Cossio ha dicho más tarde que firmaría en nombre de todos los prefectos opositores el acuerdo para seguir adelante con las negociaciones.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García, ha comunicado que el Gobierno también firmará el preacuerdo. "Si queremos devolver la tranquilidad a las regiones, firmemos este documento. El Gobierno lo ha hecho y los gobernadores deben hacerlo también. No firmarlo significa violencia, confrontación, agresión y una fractura mucho mayor entre los bolivianos", ha añadido.
"Hemos decidido firmar este acuerdo para recuperar la paz", ha dicho el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, uno de los más duros opositores al Gobierno de Bolivia y líder del proceso autonomista secundado por otras cuatro regiones. Este preacuerdo incluye una lista de los temas que los prefectos tratarán con el presidente boliviano. Costas ha defendido el diálogo como "el único camino" para el país y ha acusado al Gobierno boliviano de "pretextos para generar más luto entre los bolivianos".
Contenido del preacuerdo
El preacuerdo firmado recoge todos los asuntos que han enfrentado a ambas partes y fija las bases, agenda y metodología de esta negociación, así como los actores de las conversaciones.
Las autonomías, los ingresos procedentes de los impuestos petroleros y la entrega de las instituciones estatales ocupadas por los opositores en varias regiones son algunas de las bases del texto para instaurar el diálogo. Por su parte, el Gobierno afirma que "respeta el derecho a la autonomía departamental de Pando, Beni, Tarija y Santa Cruz".
En cuanto a la nueva Constitución que impulsa Morales, el Gobierno accede a suspender durante un mes en el Congreso Nacional el debate sobre la convocatoria del referendo para ratificarla, un plazo que puede ampliarse "de acuerdo a los avances del diálogo nacional".
Según el documento que han suscrito Costas y Cossío, el diálogo entre el Gobierno y sus opositores autonomistas se iniciará el próximo jueves en Cochabamba, en presencia de mediadores de la Unión Europea, la ONU, la Iglesia Católica, UNASUR y la Organización de Estados Americanos.
Suramérica respalda de forma unánime al Gobierno de Morales
La decisión de los prefectos autonomistas de avanzar en las negociaciones llega un día despues de que los líderes suramericanos apoyasen de forma unánime al Ejecutivo de Bolivia, en la cumbre la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), convocada de urgencia en Santiado de Chile.
Los miembros de la UNASUR condenaron los ataques a las instituciones gubernamentales y a la fuerza pública y pidieron "a todos los actores políticos y sociales involucrados que tomen las medidas para que cesen inmediatamente las acciones de violencia", informa Manuel Délano.
En este contexto, la oposición regional decidió este martes suspender la huelga de 21 días para facilitar el diálogo y el acuerdo preliminar logrado en La Paz.
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