Las medidas de emergencia de Berlusconi despiertan preocupación en Italia
El presidente Giorgio Napolitano pone peros al decreto ley para combartir la delincuencia y los 'sin papeles', que considera debe aplicarse en momentos de "necesidad y urgencia".- La iglesia advierte de que puede caerse en el racismo.- El ministro de Exteriores a favor de revisar el tratado de Schengen
El presidente italiano, Giorgio Napolitano, ha puesto peros a la ley impulsada por el primer ministro Silvio Berlusconi de lanzar un paquete de emergencia para combatir el crimen y la inmigración ilegal. Napolitano dijo al ministro del Interior, Roberto Maroni, que para que entren en vigencia, las medidas deben tener un carácter de "necesidad y urgencia".
Maroni se reunió ayer con Napolitano para informarle de las medidas agrupadas en una ley, que está previsto sea aprobada en el Consejo de Ministros del próximo miércoles en la sureña Nápoles.
Según la prensa italiana, Napolitano se mostró cauto y exigió que las medidas sean de verdad "urgentes y de necesidad" y respeten la normativa europea. A la espera de conocerlas, el ministro de Defensa ha propuesto que el Ejército ayude a patrullar los barrios junto con la policía, en una medida de "prevención y disuasión".
En medio de esta crisis, Maroni tiene previsto reunirse hoy con el primer ministro, Silvio Berlusconi, y los titulares de Defensa y Justicia, Ignazio La Russa y Angelino Alfano, respectivamente, para perfilar las medidas sobre seguridad ciudadana y contra la inmigración clandestina.
Pero la Iglesia también ha alzado la voz y ha dicho que "hay que parar los extremismos" contra los inmigrantes, ya que se corre el peligro de caer en el racismo.
"No pueden dictar leyes a nadie y no pueden ser considerados como la realidad total de un pueblo", ha afirmado el presidente de la Conferencia Episcopal (CEI), el cardenal Angelo Bagnasco, en una entrevista que publica hoy el diario La Repubblica sobre la crisis desatada después de que varios asentamientos gitanos fueran quemados.
Por su parte, el cardenal de Turín, Severino Poletto, en declaraciones al diario Corriere della Sera, dice: "Si no vigilamos profundamente nuestro pensamiento, sin darnos cuenta podemos caer en algo de racismo". Según Poletto, los desalojos de los asentamientos gitanos no resuelven el problema.
"Hay que unir diálogo y seguridad, legalidad y educación, justicia y caridad. No creo en que la solución sea mandar las excavadoras y tirar todo. La libre circulación no está prohibida en Europa y se irán a otras partes", ha dicho.
Revisar el convenio de Schengen
Por su parte, el nuevo ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, se pronuncia a favor de una revisión del convenio de Schengen, ya que a su jucio el problema de Europa no está más en la libre circulación" de las personas sino en la seguridad.
"Es necesaria una revisión para verificar la adecuación (del tratado) sobre las fronteras internas y externas", ha dicho Frattini en una entrevista publicada hoy en el diario Messaggero.
La Liga Norte quiere que Italia obtenga una suspensión del espacio Schengen de libre circulación, y que está compuesta actualmente por 24 países, 22 Estados de la UE más Islandia y Noruega. Bulgaria y Rumania, de donde ha venido la mayor oleada de inmigrantes tras sumarse al bloque en enero de 2007, tienen previsto adherirse al tratado para 2011.
"Una inspección continua de las fronteras exteriores es necesaria, así como inspecciones sorpresa de la Comisión Europea. Si se acepta nuestra propuesta de introducir las huellas dactilares y un banco de datos con Schengen 2 en 2009, entonces todo será más fácile", considera el Ministro, ex Comisario europeo de Justicia.
Italia ha comenzado la persecución de los sin papeles y después de una operación policial de varios días detuvo a 268 inmigrantes de los que 53 nigerianos y albaneses han sido deportados inmediatamente.
Berlusconi ha enarbolado la lucha contra la delincuencia y la inmigración ilegal como uno de los pilares de su nuevo Gobierno, apoyado por los xenófobos de la Liga Norte.
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