Costa Rica planta cara a EE UU
Enérgica protesta de San José por el trato migratorio dado en Miami a su fiscal general, que denuncia el deterioro de las relaciones judiciales bilaterales
El Gobierno de Costa Rica ha reaccionado con inusual enojo ante Estados Unidos por lo que considera el trato "improcedente e irrespetuoso" recibido por su fiscal general, Francisco Dall'Anese, en las oficinas migratorias del aeropuerto de Miami. Una enérgica protesta diplomática viajó desde San José hasta Washington con coletilla incluida: hay un franco deterioro de las relaciones entre las autoridades judiciales de ambos países.
El relato de Dall'Anese era para tanto. "Estaba detenido, privado de mi libertad ( ). Me trataron peor que a un delincuente", contó el máximo responsable de las investigaciones judiciales costarricenses tras haber regresado furioso de Miami, donde la policía migratoria de Estados Unidos lo detuvo "sin justificación ni explicación alguna", según la nota de protesta oficial. La Embajada estadounidense refutó su versión, se limitó a lamentar el incidente y aseguró que "Dall'Anese no fue detenido ni se le negó el ingreso. Lo que ocurrió fue que se retrasó su ingreso mientras se realizaba una revisión rutinaria de seguridad".
De nada sirvió al alto funcionario el pasaporte oficial ni haber explicado que iba a reunirse con el procurador general de Estados Unidos. Los agentes migratorios lo interrogaron como a cualquier otro centroamericano y al final Dall'Anese decidió regresar a San José.
Corrupción
Pero Dall'Anese, un enérgico y mediático abogado que asumió el cargo en 2004 con la promesa de convertirse en una "aplanadora", no parece dispuesto a dejar que la fogata se extinga. "Llegaré con esto hasta las últimas consecuencias", escribió el fiscal general, que ha prometido llevar su caso ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos si Washington no establece responsabilidades. "Se violaron mis derechos. Costa Rica no puede aceptar humillaciones, por poderosos que sean", declaró al diario La Nación.
Los hechos, sin embargo, van más allá de una simple contradicción diplomática. Dall'Anese acusa a Estados Unidos de obstaculizar una investigación por corrupción en la que supuestamente están implicados los ex presidentes costarricenses José María Figueres y Miguel Ángel Rodríguez, también ex secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). El comunicado de EE UU lo niega y califica de "excelente" la relación entre los cuerpos judiciales.
Un ciudadano francés en libertad condicional en Estados Unidos es, al parecer, parte clave en la investigación que Dall'Anese dirige sobre un escándalo de supuesta corrupción de la firma francesa Alcatel en Costa Rica por la compra de miles de líneas de telefonía móvil. Este caso se ha convertido en una de las investigaciones judiciales que más impacto político han generado en la historia del país.
El fiscal general, catalogado como Personaje del Año en 2004 en todos los medios de comunicación costarricenses por haber impulsado investigaciones contra los ex presidentes Rodríguez y Rafael Ángel Calderón, desmintió en una carta la explicación estadounidense dada tras el interrogatorio al que fue sometido en Miami, centrada en una confusión por el nombre del fiscal. Aseguró que su apellido genovés sólo lo tienen en Costa Rica él y su hijo, por lo que es improbable la confusión.
"Mi interpretación personal es que todo se hizo para evitar que yo tuviera acceso al ciudadano europeo detenido en Miami", agrega el denunciante, quien en la misma carta se queja de prácticas aplicadas por autoridades estadounidenses en Costa Rica. Estados Unidos "se ha arrogado la competencia de ofrecer recompensas, por encima del ministerio público costarricense, lo que frustra investigaciones sobre terrorismo y la seguridad del país", dice el documento, publicado en su totalidad por la prensa local.
Las palabras de Dall'Anese se han recibido sin olvidar su personalidad fogosa y exagerada, según sus detractores, la mayoría de ellos cercanos al Partido Unidad Social Cristiana (PUSC, derecha) de Rodríguez y Calderón. ¿Cómo se atrevió a hablar así del país que más influencia tiene sobre Centroamérica? Es inusual, pero no inaudito, dicen, ya que el propio presidente, Óscar Arias, critica sin tapujos los valores estadounidenses y sus políticas comerciales.
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