Perú demanda a Chile ante la ONU por las fronteras marítimas
Lima reclama 35.000 kilómetros cuadrados del Pacífico ricos en anchoveta
El Gobierno peruano presentó ayer una demanda contra Chile ante el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU, con sede en La Haya, para que establezca su frontera marítima con Chile en la costa del océano Pacífico y ponga fin a una disputa histórica.
Según Allan Wagner, jefe de la delegación que elevó la petición a los jueces, "no se trata de un acto inamistoso sino una vía pacífica de solución del conflicto". Desde Lima, el presidente, Alan García, había subrayado antes que lo esencial durante el proceso recién iniciado —que puede prolongarse durante unos cinco años— será mantener la unidad nacional. "Perú da este paso con firmeza y serenidad, sin estridencias, y vengo a pedir a todos los peruanos su mayor prudencia, su mayor responsabilidad, y también su unidad y su respaldo", dijo el mandatario.
Por su parte, Alejandro Foxley, ministro chileno de Exteriores, contestó asegurando que "lamentaba profundamente la decisión".
La zona en litigio abarca 35.000 kilómetros cuadrados y es rica en recursos pesqueros, en especial de anchoveta. Con dicha especie se fabrica una harina de la que Perú es el primer productor mundial. Chile es el segundo, y considera aguas territoriales propias ese triángulo marítimo en virtud de los acuerdos firmados con Perú y Ecuador en la década de 1950. Es más, aduce que cualquier intento de cambio sobre estos límites carecería de efectos jurídicos.
El problema es que para el Ejecutivo peruano dichos pactos regulaban sólo la pesca y no la frontera del mar común. En 2005, el entonces presidente del país, Alejandro Toledo, impulsó una ley que incorporaba los 35.000 kilómetros cuadrados de aguas que Chile reclama como suyos. En aquellos momentos, y después de que ambas partes llamaran a mantener la calma, los expertos apuntaron que se trataba de forzar la mediación internacional para resolver el contencioso.
El pasado domingo, el Gobierno de Perú publicó un decreto que dibujaba una nueva frontera en el mar, sobre las bases sentadas por la discutida ley de hace dos años, y las protestas chilenas fueron inmediatas.
Ante el rechazo mostrado por el nuevo mapa, la mediación internacional se erigió en la única forma de lograr un acuerdo y así ocurrió ayer.
Tanto Perú como Chile reconocen la competencia del Tribunal Internacional de Justicia desde la firma del Pacto de Bogotá en 1945. Constituido por Naciones Unidas para dirimir conflictos de esta índole entre Estados, el tribunal es la máxima instancia jurídica de la ONU.
Sus jueces han fallado en el pasado en casos que afectaban a otros países latinoamericanos con problemas marítimos, como Honduras y Nicaragua.
