Uribe anuncia una "zona de encuentro" para negociar la liberación de rehenes de las FARC
El presidente colombiano pretende intercambiar 45 secuestrados por 500 guerrilleros.- Se establecerá una zona rural despoblada y el proceso será vigilado por observadores internacionales
El presidente de Colombia, Álvaro Uribe, ha anunciado hoy la creación de una "zona de encuentro" para negociar con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) el intercambio de 45 rehenes en poder de los rebeldes por 500 guerrilleros presos en cárceles colombianas. Según Uribe, la iniciativa responde a una propuesta formal de la Iglesia Católica y de la Comisión Nacional de Conciliación que ha recibido "esta mañana" y que "el Gobierno manifiesta la disposición de aceptar" por razones humanitarias.
El presidente ha precisado que "esta zona de encuentro en un área rural será de 150 kilómetros cuadrados y observadores internacionales estarán presentes en esta zona de preferencia con escasa población civil o sin ella". Finalmente, ha exigido que "los participantes en las negociaciones no deben estar armados". Desde que llegó a la presidencia en el año 2004 y hasta ahora, Uribe, cuya prioridad de Gobierno era la seguridad, se había negado a establecer una zona militarizada para negociar con las FARC y su única divisa para solucionar el problema era el enfrentamiento.
Uribe ha pedido a la Iglesia y al Alto Comisionado para la Paz en Colombia, Luis Carlos Restrepo que organicen las negociaciones para el establecimiento de la "zona de encuentro". El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, presente en el momento del anuncio, ha precisado que la zona sólo tendrá una duración de un mes. Por último, el presidente ha anunciado la creación de un fondo especial de 100 millones de dólares para pagar a los guerrilleros que entreguen rehenes a las autoridades.
El anuncio se produce apenas días después de que se hallaran, en poder de dos guerrilleros detenidos por la policía colombiana, vídeos y otras pruebas de vida de varios de los secuestrados en poder de las FARC, entre ellos la franco-colombiana Ingrid Beancourt, secuestrada por la guerrilla en febrero de 2002 cuando era candidata a la presidencia de Colombia.
Las pruebas de vida fueron halladas al poco de que Uribe retirara al presidente de Venezuela, Hugo Chávez, el mandato negociador que le había otorgado en agosto para intentar un acuerdo humanitario con las FARC, para el intercambio de presos por secuestrados. La razón para retirarle la tarea mediadora fue que Chávez había contactado con un alto mando militar, algo que le había prohibido expresamente. Además, después de meses, no había sido capaz de aportar una prueba de vida de los secuestrados.
Nada más conocerse la existencia de esas pruebas, incautadas a los rebeldes detenidos en Bogotá, los familiares de Betancourt pidieron a Uribe que reanudara la labor mediadora de Chávez.
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