La oposición venezolana pide un referéndum sobre el cierre de RCTV y los estudiantes vuelven a la calle
Chávez amenaza a Globovisión con retirarle la concesión y le acusa de incitar al magnicidio
El líder opositor venezolano Manuel Rosales ha propuesto hoy la celebración de un referéndum sobre el caso de Radio Caracas Televisión (RCTV), mientras miles de estudiantes han vuelto a las calles en Caracas con consignas a favor de la libertad de expresión. Por su parte, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) ha invocado la convivencia pacífica y el respeto a los derechos constitucionales, tras los disturbios registrados en la capital del país por el fin de la emisión de la cadena privada. Tras la sonada retirada de licencia, el presidente venezolano, Hugo Chávez, ha cargado contra Globovisión, el único canal privado que critica abiertamente al Gobierno tras el fin de emisión de Radio Caracas Televisión.
En una rueda de prensa en la capital venezolana, el líder opositor, Rosales, ha hecho la propuesta de una consulta popular para que "el pueblo" diga si quiere que "vuelva a emitir" la cadena privada RCTV, que salió del aire el domingo por la noche. El ex candidato presidencial y gobernador del estado de Zulia ha afirmado también que "el pueblo va a seguir marchando, por la libertad y la democracia" y ha pedido que se haga de manera pacífica.
Rosales ha anunciado asimismo que se llevará el caso de RCTV a organismos internacionales como la Corte Interamericana de Derechos Humanos y al Tribunal de La Haya para que "emitan su opinión". El opositor ha reiterado que el cese de la concesión de RCTV es un atentado a la libertad de expresión, que anuncia la intención presidencial de llevar a Venezuela hacia "un sistema de pensamiento y partido únicos" y criticó a los medios privados que no se han sumado de manera abierta a la campaña en defensa de Radio Caracas Televisión. "Se han rendido ante el gobierno", ha considerado, sin citar nombres.
En cuanto al comunicado de los obispos, firmado por el secretario del CEV, Ramón Viloria, y difundido ayer, no se menciona el caso de RCTV, que dejó de emitir en abierto la medianoche del domingo porque el gobierno no le renovó la licencia para seguir usufructuando una frecuencia del Estado. La CEV pide a las autoridades nacionales y regionales que respeten los derechos "a la manifestación pacífica, al trabajo, a la libre expresión del pensamiento, a la información, a la reunión, a la propiedad privada y a cualquiera de los derechos de la persona humana". Del mismo modo, insta "a todos los ciudadanos, sea cual sea su condición cargo o simpatía política, que se abstengan de cualquier acto violento". Además, invita a todos a "reconstruir la concordia que siempre nos ha caracterizado".
Po su parte, Chávez acusa a Globovisión de ser "enemigos de la patria" y les advierte para que "midan bien hasta dónde van a llegar" porque su Gobierno -dijo- está dispuesto a responder con contundencia. El director de la cadena, Alberto Ravell, ya ha advertido de que está dispuesto "a morir con las botas puestas" antes que cambiar su línea editorial para congraciarse con el Gobierno.
En su primera aparición pública desde el fin de emisión en abierto de RCTV (que sigue emitiendo en cable), Chávez ha arremetido contra todos los medios locales de la oposición por su apoyo a las manifestaciones de estudiantes que han salido a las calles en los últimos días para dar su apoyo al canal televisivo, que llevaba 53 años emitiendo en Venezuela. "Si van a seguir llamando a la desobediencia e incitando al magnicidio" deberán asumir "las consecuencias de sus actos". Hugo Chávez cree que se ha emprendido "una conspiración" contra él y ha afirmado que intereses "oscuros" manipulan a los estudiantes.
Según Chávez, Globovisión, de forma "abierta y clara" ha "incitado" a que lo asesinen, por lo que recomendó a la directiva de esa cadena "que se tomen un calmante y cojan mínimo" (expresión venezolana que aboga por frenar un ritmo acelerado). "Porque si no, yo les voy a aplicar el mínimo (a Globovisión)... y a cualquier otra emisora de radio que se demuestre a todas luces que esté incitando y manipulando sentimientos" en contra del gobierno, ha advertido Chávez.
Juan Pablo II y la melodía de Rubén Blades
El motivo de la polémica que le puede costar la licencia a este canal son las imágenes que difundió el pasado día 25, dos jornadas antes de que Radio Caracas tuviera que dejar de emitir en abierto. La emisora difundió una entrevista con Marcel Granier, presidente del grupo 1BC (propietario de RCTV) y después emitió un vídeo en homenaje a los 53 años de emisión del canal, recordando los acontecimientos que había cubierto a lo largo de su historia. Entre esas imágenes, figuraba el atentado contra Juan Pablo II (13 de mayo de 1981). La música que sonaba de fondo era una canción de Rubén Blades que decía "tengan fé, que esto no se acaba aquí".
Para el director de Globovisión, Alberto Federico Ravell, se trata de una interpretación propia del "surrealismo tibetano" y ha insistido en que está dispuesto a morir "con las botas puestas" antes que cambiar la línea editorial. "Nosotros no estamos con miedo, nosotros seguimos aquí, y si la medida es un cierre temporal o definitivo, aquí lo estaremos esperando", ha advertido Ravell, en la televisión privada RCN.
En un comunicado emitido esta noche en la página web del canal, Globovisión niega las acusaciones del Gobierno de Chávez y señala que al contrario, "nuestros televidentes, los cientos de corresponsales extranjeros, organizaciones no gubernamentales y observadores internacionales presentes en el país son testigos que Globovisión ha hecho continuos llamados a mantener la calma y a no incurrir en actos violentos.
Lula dice que la no renovación de la licencia a RCTV es un problema de Venezuela
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, se abstuvo ayer de opinar sobre la no renovación de la licencia de emisión del canal Radio Caracas Televisión (RCTV) por considerarlo un problema interno de Venezuela. "¿Qué tiene que ver Brasil con una concesión de televisión en Venezuela?", preguntó Lula al ser cuestionado sobre la decisión del presidente venezolano, Hugo Chávez, de no renovar la licencia del canal más popular de la televisión en ese país y que era muy crítico con su gobierno. "Eso es un problema de la legislación y del gobierno venezolanos. De la misma forma que yo no quiero que ellos den opiniones sobre las cosas que yo hago aquí, yo no quiero" comentar eso, afirmó el líder socialista brasileño. El gobierno brasileño se ha abstenido hasta ahora de opinar sobre la polémica decisión de Chávez y se ha limitado a señalar que se trata de un asunto interno de Venezuela.
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