Sadam Husein, condenado a morir en la horca
El ex dictador ha sido juzgado por la muerte de 148 chiíes en 1982.- Bagdad y dos provincias vecinas están bajo toque de queda
El Alto Tribunal iraquí ha dictado hoy sentencia contra el ex presidente iraquí, Sadam Husein —derrocado por la invasión estadounidense de marzo de 2003— y le ha condenado a morir en la horca por la matanza de 148 chiíes en la aldea de Dujail en 1982. Junto al ex dictador han sido juzgados siete de sus antiguos colaboradores; dos de ellos han sido condenados a muerte. Los abogados defensores han anunciado que recurrirán el dictamen. Sadam Husein, visiblemente afectado, ha gritado al conocer su sentencia: "¡Allahu Akbar!" ("¡Alá es grande!") y "¡Larga vida a la nación!".
Barzan Ibrahim al Tikriti, uno de los hermanastros del ex dictador y antiguo director de los temidos servicios de inteligencia Mukhabarat, ha sido sentenciado a la horca por crímenes contra la humamidad, como también lo ha sido el ex presidente del Tribunal Revolucionario Awad Ahmed al Bandar. El ex vicepresidente Taha Yassin Ramadan ha sido castigado con cadena perpetua por el mismo cargo (la Fiscalía había pedido para él la pena capital).
Mohamed Azzam al Ali, un ex responsable local del antiguo partido único Baaz, ha sido absuelto por falta de pruebas y puesto en libertad. Otros tres altos oficiales de esa formación (Ali Dayeh, Abdalá Kadum Ruweied y su hijo Nezhar Kadum) han sido condenados a 15 años de cárcel cada uno por "homicidio voluntario", y a otros siete años (que cumplirán cuando salden la otra pena) por torturas. Los tres han sido absueltos de los cargos de crímenes contra la humanidad.
Durante la lectura del veredicto, el ex fiscal general norteamericano Ramsey Clark, que formaba parte del equipo internacional de abogados de los acusados, ha sido expulsado de la sala por el juez que presidía la sesión.
Bagdad, pegado al televisor
La sesión debía haber comenzado a las diez de la mañana (dos horas menos en la España peninsular), pero como de costumbre ha hecho falta una hora para que todo se pusiera en marcha en el tribunal. A las once ya estaban los periodistas sentados en la sala, y aún no había aparecido ningún oficial. Bagdad, entre tanto, amanecía tranquilo y con miles de personas pegadas a los televisores para conocer la suerte de Husein.
Toque de queda en "un día histórico"
Al alba había comenzado el toque de queda excepcional e ilimitado impuesto ayer por el Gobierno en Bagdad y dos provincias vecinas. El aeropuerto internacional de la capital estaba cerrado, y el Ejército entero movilizado para tratar de evitar que los partidarios del ex dictador provocaran actos violentos. "Queremos garantizar que la seguridad del pueblo iraquí no sea amenazada este domingo, día histórico", explicó ayer un asesor del primer ministro, Nuri al Maliki. La medida afecta a las provincias de Diyala (su capital es Baquba) y Salah al Din (su capital es Samarra, y alberga la ciudad de Tikrit, cuna de Husein), situadas al norte de Bagdad y con mayoría árabe suní. Allí se concentra gran parte de los grupos terroristas iraquíes.
Otro proceso judicial abierto
Al Maliki afirmó antes de conocerse la sentencia que esperaba que Sadam Husein recibiera "lo que se merece". El ex dictador está siendo sometido a otro juicio por la campaña militar del Anfal, en la que, según la Fiscalía, murieron más de 180.000 kurdos entre 1986 y 1988. Además, hay otros diez procesos abiertos, entre ellos el que investiga la invasión de Kuwait, en 1990, y el bombardeo con gas de 40 pueblos kurdos en 1988.
Manifestaciones a favor y en contra
En las últimas horas han perdido la vida al menos 21 personas en incidentes violentos en Irak. El peor atentado se produjo a la salida de una mezquita al norte de Bagdad, donde cinco personas murieron por impactos de proyectiles de mortero. Esta mañana se han celebrado pequeñas manifestaciones tanto a favor como en contra de la ejecución del ex dictador. En Nayaf, capital espiritual de la comunidad chií, cientos de personas pedían la muerte de Husein, quemando retratos suyos. En Al Dura, una localidad cerca del pueblo natal del ex presidente, decenas de personas desafiaban el toque de queda coreando vivas a Husein y amenazando a quiénes le hicieran daño.
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