Evo Morales teme que los terratenientes se alcen en armas contra el reparto de tierras
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo ayer que algunos propietarios latifundistas están conspirando, incluso reuniendo armas, para oponerse al plan de su Gobierno de distribución de tierras a campesinos e indios. El mandatario boliviano, que no identificó a los supuestos integrantes del complot, denunció que "algunos terratenientes, [están] armándose, según la información que tenemos" y expresó su deseo de que la "conspiración" no se desarrolle.
La presunta conjura fue revelada por Morales en la ciudad de Cobija, capital del norteño departamento amazónico de Pando, adonde acudió a inaugurar la remodelación del hospital público de ese municipio.
"Estamos investigando. Oportunamente demostraremos quiénes son los responsables de la maquinación antigubernamental", añadió, en su breve referencia al tema, ante una concentración de gente afín a su Movimiento Al Socialismo (MAS). Esta es la tercera vez, desde que inició su Gobierno en enero pasado, que el mandatario boliviano denuncia supuestos planes de conspiración contra su Administración.
Primero acusó de trajines subversivos a las trasnacionales petroleras y, después, al Gobierno de Estados Unidos, aunque no aportó pruebas de esas supuestas actividades.
En marzo pasado, dos meses después de tomar el poder, el vicepresidente Álvaro García Linera se sumó a las denuncias del jefe de Estado y advirtió: "cuando sea necesario actuar con mano dura, seremos brutalmente duros contra los conspiradores" de esta gestión del Gobierno.
Morales también aseveró que ciertos empresarios criadores de reses "están trasladando ganado de un lado a otro, para justificar [la posesión de] tierras y esas tierras no están prestando una función social económica", como exige la normativa boliviana.
En su discurso, el Jefe de Estado replicó a las quejas de los líderes de las patronales del sector agropecuario nacional, por la supuesta invasión de sus propiedades con anuencia del Ejecutivo socialista.
Los empresarios "dicen que el campesino indígena está avasallando nuestras tierras, si [en cambio] por más de 500 años los pueblos indígenas hemos sido avasallados por los invasores", respondió.
El mandatario volvió a exigir la salida del territorio nacional de los brasileños instalados en la franja fronteriza prohibida para los extranjeros, en una cantidad no precisada todavía por los organismos especializados.
Aprovechó la ocasión para pedir al prefecto (gobernador) del departamento de Pando, Leopoldo Fernández, "ayuda para sacar esos extranjeros ilegales" de la región.
Fernández, que ganó estrechamente la votación para el cargo, es militante de Acción Democrática Nacionalista, el partido que gobernó en varios periodos y al que los socialistas señalan como responsable de la concesión de tierras de manera irregular.
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