Berlusconi se niega a reconocer su derrota y denuncia "irregularidades"
'Il Cavaliere' propone una gran coalición de gobierno y Prodi la rechaza
Más de 24 horas después del cierre de los colegios electorales en Italia y poco después de conocerse la victoria de su rival, el primer ministro, Silvio Berlusconi, se ha negado a reconocer la derrota. Berlusconi ha afirmado que "nadie puede decir que ha ganado" las elecciones generales y ha agregado que no dudará en reconocer "la victoria política del adversario" pero sólo cuando se hagan las necesarias verificaciones de los votos, en referencia al veredicto de la Corte de Casación.
En su primera y esperada comparecencia ante los medios, Berlusconi ha subrayado que hay "muchas irregularidades" en el voto de los extranjeros, que ha sido decisivo para dar la victoria en el Senado a la coalición de centroizquierda La Unión, liderada por Romano Prodi, por lo que "no puede excluirse" que sea considerado como "no válido". "Reconoceremos la victoria de la Unión sólo después de que se verifiquen los votos", ha dicho Berlusconi, para agregar que en la Cámara de los Diputados el centroizquierda tiene una "escueta mayoría relativa".
Lejos de admitir su fracaso en las urnas, el primer ministro no ha excluido la posibilidad de que se pudiera llegar a una gran coalición como ocurrió en Alemania, pues ha opinado que se corre el riesgo de "dividir el país" por lo que es necesario pensar en "un Gobierno en interés de todos" en el que participen representante de todas las fuerzas italianas. "Con un país dividido al 50%, hace falta sentarse ante una mesa y razonar; ver si es posible hacer como en Alemania", ha subrayado.
Ante las propuestas de Berlusconi, Prodi respondió que "la ley electoral que tantos problemas ha traído es fruto de su Gobierno" y se opuso a la 'gran coalición' argumentando que el centro-izquierda tiene los votos necesarios para gobernar. Los aliados de Prodi también afirmaron que, en caso de cualquier tipo de empate, no se estudiará ningún tipo de coalición como en Alemania.
"Excluir a la mitad del país"
Además, Berlusconi, el hombre más rico de toda Italia, ha asegurado que no tiene "ambiciones personales" y ha agregado que está "acostumbrado a anteponer los intereses del país" a los suyos propios. El primer ministro ha advirtido de que quien tenga "el ánimo de excluir del juego democrático a la mitad del país", en referencia a los votos conseguidos por su coalición, Casa de las Libertades, haría "un cálculo absolutamente irresponsable y pagaría las consecuencias".
La Casa de las Libertades ha logrado "la mayoría absoluta de votos en el Senado", aunque por el reparto de escaños ha ganado la coalición de centroizquierda La Unión. Para Berlusconi, los resultados electorales surgidos de los comicios celebrados el domingo y ayer, lunes, "presentan muchos, muchos, muchos lados oscuros, quizás demasiados". Las elecciones generales se han desarrollado con un nuevo sistema electoral, aprobado el pasado diciembre, y al ser preguntado sobre si se arrepentía de haberlo promovido se ha limitado a señalar con una sonrisa: "Pasemos a otra pregunta".
Berlusconi ha indicado que "si después de las ulteriores verificaciones, la aritmética debiera dar aún la razón al centroizquierda, les tocará a ellos demostrar cómo, con una Italia dividida en dos, serán capaces de gobernar realmente el país". En este punto, el primer ministro ha dicho que estaba disponible para entrevistarse con Prodi "cuando exista la certeza de los números". El ministro de Asuntos Exteriores, Giafranco Fini, líder de Alianza Nacional (otra de las formaciones que integran la Casa de las Libertades) que ha comparecido también en la rueda de prensa, ha afirmado que "políticamente", no han "perdido" y ha agregado que habrá que esperar a la aritmética.
El uso de las instituciones para la propaganda
La coalición de centroizquierda El Olivo, núcleo de La Unión, ha acusado a Berlusconi, de "utilizar las instituciones para hacer propaganda política". En un comunicado, responde a las acusaciones del primer ministro y advierte de que "falsificar la realidad es un arte aplicado plenamente por el Gobierno saliente de Berlusconi".
"La rueda de prensa organizada por la Casa de las Libertades denigra una vez más el Gobierno y las instituciones y las reduce al mero uso de propaganda política", critica, para añadir: "Es grave insinuar que el resultado haya sido falseado, alterado o manipulado, y ello demuestra la voluntad de subvertir el orden real de los hechos: la victoria indiscutible del centroizquierda". El Olivo emplaza a Berlusconi a "aceptar la ley electoral impuesta por el centroderecha".
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