Evo Morales: "Daría mi vida por la nacionalización de los recursos naturales"
Un alcalde boliviano dice estar dispuesto a inmolarse por la refundación de YPFB
El presidente de Bolivia, Evo Morales, dijo ayer en Camiri, antigua capital petrolera, que daría su vida por la nacionalización de los recursos naturales, medida que pretende hacer efectiva antes del 12 de julio. El gobernante hizo estas declaraciones al ser nombrado huésped ilustre de esta localidad del departamento de Santa Cruz, antes de inaugurar un plan de alfabetización a nivel nacional con el apoyo de Cuba y Venezuela. En el acto, el alcalde de la localidad, Gonzalo Moreno, aseguró a Morales que estaba dispuesto a inmolarse por la refundación de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), la empresa estatal a la que el Ejecutivo boliviano pretender otorgar la gestión del sector energético.
"Si el 12 de julio no se refunda YPFB, este hombre va a sacrificar su vida en un acto público", prometió el alcalde, al recordar que Camiri aportó a Bolivia alrededor de 1.500 millones de dólares en réditos de la explotación petrolera a mediados del siglo pasado. En respuesta, Morales dijo: "Si usted, alcalde, va a dar su vida por la refundación de YPFB, yo daría mi vida por la nacionalización de los recursos naturales", unas palabras a la que los asistentes respondieron con aplausos. El presidente se comprometió, además, a que antes de la fecha señalada, que coincide con el 71º aniversario de la fundación de esta población, "estarán nacionalizados todos los recursos naturales del país".
El Gobierno de La Paz pretende acometer la reforma del sector petrolero aprobada en mayo de 2005 para lograr mayores beneficios del negocio para Bolivia e incrementar la intervención estatal en el sector.
Morales ha denominado a este proceso "nacionalización", aunque ha aclarado que no se trata de una confiscación de los bienes de las petroleras multinacionales que llegaron al país en la década pasada y con las que pretende negociar un cambio de contratos. Entre las compañías afectadas por el nuevo rumbo del sector se encuentran la hispano-argentina Repsol YPF, la brasileña Petrobras, la francesa TotalFinaElf y las británicas British Petroleum y British Gas.
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