Abbas encarga oficialmente a Hamás la formación del futuro Gobierno palestino

Tras un aplazamiento de varias horas a causa del bloqueo israelí, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, ha encargado oficialmente esta tarde al dirigente del Movimiento de la Resistencia Islámica (Hamás) Ismail Haniya la formación del nuevo Ejecutivo palestino, para lo que tiene un plazo de cinco semanas. Según fuentes del movimiento integrista, Abbas ha entregado a las 18.00 hora local (17.00 en Madrid) la carta que encomienda y faculta a Haniye, diputado por la franja de Gaza y de 43 años, para constituir el nuevo Gobierno tras obtener Hamás la mayoría en el Parlamento.

El acto estaba previsto para esta mañana pero el Ejército israelí ha impedido la entrada de dos parlamentarios desde Cisjordania a la franja de Gaza. Se trata de los diputados Azam al-Ahmed, jefe del bloque parlamentario de Al Fatah, y del miembro de Palestina Independiente Mustafá Barguti. Abbas y dirigentes de Hamás, movimiento fundado en 1988, se reunieron ayer en Gaza y decidieron que Haniya, número uno de la lista del movimiento fundamentalista y visto por su pueblo como un político pragmático, sea el nuevo jefe del Gobierno palestino. Hamás, que encabezará por primera vez un Ejecutivo de la ANP desde su creación en 1994, obtuvo 74 de los 132 escaños del Consejo Legislativo palestino en las elecciones celebradas el pasado 25 de enero en Cisjordania, Gaza y Jerusalén oriental.

Hamás pretende constituir un Gabinete de unidad nacional y tratará de persuadir a Al Fatah para que se sume al Gobierno, algo para lo que tiene cinco semanas. La pugna dentro del movimiento oficialista entre la vieja guardia que acompañó a Yasir Arafat al exilio de Túnez, proclive al pacto, y los jóvenes que pretenden refundar Al Fatah y distanciarse de los fundamentalistas promete ser dura. Al Fatah y Hamás tienen serias discrepancias ideológicas y políticas entre sí.

Una de ellas consiste en que en tanto que la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), a la que pertenece Al Fatah, reconoció al Estado israelí al suscribir los acuerdos de Oslo, en 1993, y acordó negociar la paz -aún no concretada-, Hamás se niega a reconocer su legitimidad pues, según sostiene, está en "tierras sagradas del islam". Durante el encuentro de ayer en Gaza, Abbas, según el portavoz presidencial, Nabil Abu Rudeina, reiteró la necesidad de que el nuevo Gobierno respete los pactos firmados por OLP con Israel desde 1993 y que se comprometa a iniciar la senda de la negociación. Hamás rechaza tajantemente someterse a los Acuerdos de Oslo y con más énfasis se opone el desarme de su milicia.

De momento, el Frente Popular para la Liberación Palestina, de izquierdas, también ha anunciado su disposición a participar en un Gobierno presidido por los integristas si llega a un acuerdo sobre asuntos políticos y sociales. La Yihad Islámica, en cambio, informó de que no entrará en una coalición presidida por Hamás pero que apoyará al Gobierno. En todo caso, la Yihad no participó en las elecciones de enero pasado. Por su parte, el primer ministro israelí en funciones, Ehud Olmert, ha declarado hoy en Jerusalén que con la incorporación de los integristas de Hamás a la ANP "se han reducido las posibilidades de llegar rápidamente a un acuerdo de paz con los palestinos", aunque ha dicho que no se agota la esperanza.

Tanto EE UU como Israel exigen para negociar con Hamás que este grupo reconozca el derecho del Estado judío a existir y abandone la lucha armada. Hoy mismo la secretaria de Estado de EE UU, Condoleezza Rice, inicia una visita en Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Arabes Unidos, aliados de Washington en Oriente Próximo, para pedir que presionen a Hamás para que cumpla esos requisitos.