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El hombre al que Cheney disparó por error sufre un infarto por el impacto de una de las balas

El accidente de caza del vicepresidente estadounidense pone en duda la transparencia de la política informativa de la Casa Blanca

Al vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, le crecen los problemas. Después de que hiriera de gravedad a un compañero de cacería en Texas el pasado sábado, el hospital donde permanece ingresada la víctima -Harry Whittington, un abogado de 78 años- ha comunicado esta tarde (hora española) que el enfermo ha sufrido en las últimas horas un leve infarto motivado por la presencia de una de las balas muy próxima al corazón.

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Al margen del infortunio de Cheney, las principales críticas se dirigen ahora hacia la Casa Blanca, que trató ayer sin éxito detener la polémica sobre por qué se tardó casi un día en comunicar que el vicepresidente había herido de gravedad a un compañero de caza. Además, los medios de EE UU se preguntan por qué incluso el presidente Bush no recibió una información contrastada y veraz sobre lo sucedido.

Tras pasar por la unidad de cuidados intensivos, Whittington se encuentra estable, con heridas en la cara, cuello, pecho y caja torácica causados por los perdigones dirigidos contra él desde una distancia de 27 metros. El accidente se produjo a las 17.30 del sábado. Inmediatamente, el servicio secreto que acompañaba al vicepresidente informo a la policía local. Una hora más tarde, el jefe de gabinete del vicepresidente, Andrew H. Card, Jr., llamó a Bush y le dijo que había habido un accidente de caza en el que estaba implicado Cheney, sin más detalles. Pasó media hora más hasta que el consejero Karl Rove matizara al presidente que su número dos había disparado contra alguien.

A pesar de todo, la noticia del accidente no se puso en conocimiento del portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, hasta la noche, aunque otras fuentes aseguran que fue muy temprano en la mañana del día siguiente. Por fin, a las 11 de la mañana del domingo la propietaria del rancho y anfitriona de Cheney, Katharine Armstrong, llamó al diario local The Corpus Christi Caller-Times para informar de lo sucedido. Tras realizar la comprobación con la oficina del vicepresidente, el diario publicó la información en su página web a las 13.30. Una hora más tarde las agencias de prensa comenzaron a repicar la noticia.

Llamadas desviadas

Durante estos días las llamadas dirigidas a la habitación de Whittington en el hospital fueron desviadas hacia el departamento de marketing del centro, según informa el diario The New York Times en su edición de hoy. Allí aseguraban tomar nota de los mensajes, pero hasta ahora no se han devuelto las llamadas.

Las autoridades de Texas señalaron ayer que van a emitir una citación contra Cheney por cazar con una licencia que no se adecuaba al tipo de cacería en que estaba participando. El sheriff local ha asegurado que la investigación ha concluido que el suceso no ha sido "nada más que un accidente".

En la Casa Blanca, Cheney no hizo declaración alguna el lunes y no apareció ante los medios. Scott McClellan, portavoz de la Casa Blanca, tuvo que hacer frente a una batería de preguntas en relación a por qué no se había informado antes y por qué se hizo a través de un periódico local. Esta polémica echa más leña a la hoguera que arde en torno al gusto de Cheney por mantener sus asuntos, ya sean comerciales, profesionales o políticos, lejos de la opinión pública.

Cheney entra ayer en la Casa Blanca para una reunión sobre seguridad con el presidente Bush.
Cheney entra ayer en la Casa Blanca para una reunión sobre seguridad con el presidente Bush.ASSOCIATED PRESS

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