Baja participación en las primeras elecciones presidenciales con varios candidatos en Egipto
Casi 32 millones de egipcios están llamados a elegir entre diez candidatos pero nadie duda de que Mubarak saldrá vencedor
Las primeras elecciones presidenciales con más de un candidato de la historia de Egipto se desarrollan hoy en un clima de escaso entusiasmo, debido a la generalizada impresión de que el actual jefe de Estado, Hosni Mubarak, ganará con comodidad a sus nueve rivales. Las urnas abrieron a las 8.00 (una hora menos en la España peninsular) y, por la mañana, la presencia de votantes en los colegios electorales era muy escasa. La participación, que puede dar la medida de legitimidad de los comicios, podría crecer en las próximas horas, pues la afluencia a las urnas en Egipto suele ser mayor por las tardes.
Mubarak, que ha gobernado Egipto durante 24 años, busca su quinto mandato de seis años, mientras que su Gobierno elogia los comicios como una importante reforma democrática. Sin embargo, de los nueve candidatos al margen de Mubarak sólo dos son considerados significativos, el joven Ayman Nur, líder emergente del partido liberal Al Ghad (El Mañana); y Nuaman Gomaa, del histórico partido Wafd. Gomaa, que ha votado en el barrio de Zamalek, ha admitido que la participación es muy escasa: "Si al final dicen que votó un 5, 10 ó 20%, el culpable será el pueblo y no el Gobierno".
Gomaa ha asegurado comprender la prohibición de la presencia de observadores internacionales, pero ha lamentado las trabas encontradas en la supervisión a las asociaciones egipcias y a los jueces opositores, uno de los asuntos que más ampollas han levantado en la campaña. Más radical se ha mostraddo Nur, quien ha denunciado al ir a votar "graves irregularidades" comunicadas a su partido desde varias de las 26 provincias egipcias, entre ellas la prohibición de acceso a los colegios a muchos de sus interventores.
Los resultados, el sábado
Los otros siete candidatos son prácticamente desconocidos en Egipto, y sus pequeños grupos políticos no ocupan ninguno de los 454 escaños del Parlamento, dominado por el todopoderoso Partido Nacional Democrático (PND) de Mubarak. Por su parte, las asociaciones egipcias que pedían supervisar los comicios lograron a última hora un permiso sui generis para ejercer sus funciones desde el exterior, pero no dentro de los colegios. Mohamad al Nasr, abogado y miembro de la Campaña Nacional de Supervisión de las Elecciones, ha certificado que una las irregularidades más comunes detectadas es la facilidad con la que se podía hacer desaparecer la tinta supuestamente indeleble que se aplica en el dedo para que no se pueda votar en más de una ocasión.
Otras son la profusión de retratos y carteles pro Mubarak en la mayoría de colegios electorales, que no han sido retirados, o el transporte colectivo de funcionarios públicos con instrucciones de votar por el presidente. Los tenaces militantes de Kifaya (Basta), el conglomerado de grupos opositores a Mubarak, han logrado atraer a más de un centenar de simpatizantes a una manifestación al mediodía dirigida contra las elecciones y convocada en pleno centro de El Cairo, sin lograr ni siquiera interrumpir el tráfico.
Los periodistas de todo el mundo que cubren las elecciones, ante el clima de apatía que reinaba en la ciudad, han acudido a la céntrica plaza de Tahrir para ver cuántos simpatizantes congregaba Kifaya, pero los reporteros eran más numerosos que los anifestantes. En total, 31.995.000 ciudadanos egipcios están convocados a votar en 10.194 colegios electorales por todo el país, el más poblado del mundo árabe. Los electores podrán ejercer su voto hasta las 22.00 hora local y no se prevén resultados hasta el sábado.
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