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CUMBRE EE UU - UE

Bush subraya ante la delegación europea el apoyo de su país a una "Europa fuerte"

Los líderes europeos se esfuerzan en transmitir un mensaje de tranquilidad a pesar de la crisis

Estados Unidos y la Unión Europea han celebrado en Washington una cumbre que ha servido para escenificar la buena sintonía en las relaciones transatlánticas tras el desencuentro provocado por la guerra de Irak y, sobre todo, para constatar que, a pesar de la crisis, la intención es continuar con el proceso de integración europea. Al dar la bienvenida a la delegación europea en la Casa Blanca, el presidente George W. Bush ha subrayado el apoyo de su país a una "Europa fuerte" basada en "valores comunes y aspiraciones compartidas", lo que supone un fuerte espaldarazo a la Unión tras el fracaso del Consejo Europeo sobre el presupuesto y los noes a la Constitución. Por su parte, los máximos representantes de la UE han indicado que, pese a los fuertes reveses sufridos, la UE sigue "operativa" y "tomando decisiones".

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El primer ministro luxemburgués y el presidente de turno de la UE, Jean-Claude Juncker; el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso; la comisaria de Asuntos Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, el comisario de Comercio, Peter Mandelson; y Javier Solana, alto representante para la Política Exterior y de Seguridad Común, formaban la delegación, que se ha reunido esta tarde con el Bush por espacio de tres horas en la Casa Blanca.

La UE "sigue operativa"

Ambas partes tenían una amplia agenda sobre la mesa: reforzar la cooperación económica, intercambiar puntos de vista sobre la reforma de Naciones Unidas y colaborar en la promoción de la democracia en el mundo, además del repaso a la situación internacional, con especial atención a Irak, Afganistán, Irán e Israel. Pero la agenda ha cedido el protagonismo a la situación política de la UE, ya que la cumbre anual llegaba apenas tres días después del fracaso de la reunión de Bruselas, el pasado viernes, en la que los Veinticinco se intercambiaron reproches en público tras no llegar a un acuerdo sobre el marco presupuestario de la Unión, y 20 días después de que Francia y Holanda rechazaran el proyecto de Constitución europea.

Así las cosas, tanto Bush como los representantes europeos han hecho hincapié una y otra vez en la importancia de su alianza y en que, pese a todo, la UE sigue operativa y con unas instituciones fuertes. "Seguimos funcionando y tomando decisiones cada día", ha indicado Barroso, quien ha descrito a la Unión como "un socio muy sólido y muy fiable de EE UU", mientras que Juncker aseguraba que "Europa no está de rodillas". Bush, por su parte, ha destacado el apoyo de su país a una UE "fuerte como socio a la hora de difundir la libertad y la democracia, la seguridad y la prosperidad por todo el mundo". "Mi mensaje a esos líderes y amigos es que queremos una Europa sólida, de manera que podamos colaborar para lograr importantes objetivos e importantes logros", ha sentenciado Bush.

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Claves de la reunión:

Declaraciones conjuntas: Ambas partes han suscrito ocho declaraciones conjuntas, entre ellas una sobre la promoción de la democracia y la libertad, otra para la investigación de fuentes de energía alternativas y otra sobre la cooperación económica.

Oriente Próximo: Los líderes han emitido un comunicado conjunto sobre la zona, en el que se ofrecen a convocar una conferencia internacional de apoyo a Líbano y subrayan su unidad en torno a Irak. Bush ha aludido a la conferencia internacional sobre Irak que se inaugura mañana en Bruselas y que copatrocinan la UE y EE UU. La cita supondrá "una importante señal" de unidad transatlántica en palabras de Bush. "Es posible que en el pasado hayamos tenido nuestras diferencias, pero sabemos que es necesario que los países colaboren para que Irak pueda salir adelante", ha aañadido el presidente.

Crisis nuclear: Han condenado los programas nucleares de Irán y Corea del Norte y han abordado las negociaciones que la UE desarrolla con el régimen iraní para que acceda a poner fin a esas actividades, bajo la amenaza de EE UU de denunciar el caso ante el Consejo de Seguridad de la ONU. "Felicité a Solana y a la UE por enviar un mensaje claro a Irán de que no tolerará la fabricación de armamento nuclear", ha indicado Bush.

Estensión de la democracia: las partes han analizado la situación en Afganistán, donde 24 de los 25 miembros de la UE aportan tropas a la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad. El apoyo a los procesos democráticos en países como Georgia o Ucrania y en zonas como los Balcanes, así como la lucha contra el terrorismo o la situación en Darfur también han tenido su espacio.

Comercio: El presidente estadounidense ha expresado su convencimiento de que se acabarán solventando las disputas comerciales entre ambas partes, como la que les enfrenta en la Organización Mundial de Comercio en torno a los subsidios a los fabricantes aeronáuticos Boeing y Airbus. "Cuando el comercio alcanza tales volúmenes [más de un billón de dólares] es normal que surjan desacuerdos, pero los resolveremos, por el bien de nuestros países", ha declarado.

Bush, Juncker, Barroso y Solana posan en el Despacho Oval de la Casa Blanca momentos antes del inicio de la cumbre.
Bush, Juncker, Barroso y Solana posan en el Despacho Oval de la Casa Blanca momentos antes del inicio de la cumbre.AP

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