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Los médicos implantan una sonda nasogástrica al Papa para alimentarle

Juan Pablo II intenta nuevamente hablar sin éxito durante la tradicional audiencia pública

El Papa recibe los alimentos por una vía nasal en un intento de incrementar la ingesta de calorías y favorecer la deglución, según ha informado hoy el portavoz de la Santa Sede, Joaquín Navarro Valls. La sonda ha sido implantada esta mañana, momentos después de que el Pontífice se asomara a la ventana de sus habitaciones para bendecir a los fieles y, de nuevo, no lograra pronunciar ninguna palabra.

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Juan Pablo II se resiste a una nueva hospitalización

Con el anuncio de la implantación de la sonda, el Vaticano sale al paso de los rumores de que el Papa podría ser de nuevo hospitalizado debido a sus problemas de alimentación tras la traqueotomía a la que fue sometido el 24 de febrero y que se han agravado por la enfermedad del Parkinson. Hasta ahora sólo se sabía que el Pontífice recibía alimentación líquida o semisólida y se le controlaba con atención las calorías asimiladas.

Algunos medios ya habían apuntado a la implantación de una sonda para ayudarle a la alimentación pero desde fuentes vaticanas se desmienten cualquier hipótesis de una nueva operación o de una hospitalización en el Hospital Gemelli, aunque algunas fuentes afirman que es el propio Papa quien se opone a regresar al hospital.

Desde la ventana

Juan Pablo II se había asomado poco después de las 11.00 para saludar y bendecir a los fieles que se han reunido en la Plaza de San Pedro, como ya hizo los pasados miércoles, días en los que se realiza la audiencia general pública. Cuando uno de sus secretarios, monseñor Mietek, le ha acercado el micrófono para que pudiera hablar, no ha podido articular ninguna palabra.

Como ya pasó el Domingo de Resurrección, el Sumo Pontífice se ha esforzado por hablar sin emitir ninguna palabra, sólo algunos jadeos, por lo que el micrófono ha sido inmediatamente retirado y Juan Pablo II se ha retirado de la ventana.

El Papa se ha asomado durante unos cuatro minutos a la ventana de sus habitaciones. Su aspecto era el de un hombre cansado y se observaba cómo tenía problemas para respirar y ésto le generaba algunos gestos de sufrimiento.

En la imagen, el Papa intenta dirigirse a los fieles desde la ventanna del Vaticano.
En la imagen, el Papa intenta dirigirse a los fieles desde la ventanna del Vaticano.REUTERS

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