El Constitucional italiano declara parcialmente ilegal la ley de inmigración de Berlusconi
Los magistrados consideran que es inconstitucional que un inmigrante pueda ser expulsado tras comparecer ante un juez sin garantías de defensa y que deba ser arrestado si viola la orden de abandonar Italia
Nuevo revés político para Berlusconi. El Tribunal Constitucional italiano ha declarado hoy parcialmente ilegal la ley de inmigración impulsada por el primer ministro. La decisión llega apenas 24 horas después que Il Cavaliere sufriera una sonada derrota en el Senado en una votación contra la dirección de la RAI.
La decisión del Constitucional conocida hoy se centra en dos artículos de la ley de inmigración apadrinada por los dos principales aliados del Cavaliere, el líder de Alianza Nacional, Gianfranco Fini, y el de la Liga Norte, Umberto Bossi. Los magistrados consideran contrario a la ley que un inmigrante pueda ser expulsado, tras comparecer ante un juez, sin garantías de defensa, y que deba ser arrestado de forma obligatoria si viola la orden de abandonar Italia en cinco días.
El fallo señala que el arresto obligatorio viola los artículos 3 y 13 de la Carta Magna italiana, que sancionan, respectivamente, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la excepcionalidad de la adopción de medidas de privación de libertad. La ley Bossi-Fini, que la oposición recurrió al Constitucional tras calificarla de "racista", impone severas restricciones al acceso de extranjeros a Italia, al establecer que sólo pueden entrar en el país los "sin papeles" que previamente tengan un contrato de trabajo por su exclusivo período de vigencia.
Ley "racista"
El fallo señala que el arresto obligatorio viola los artículos 3 y 13 de la Carta Magna italiana, que sancionan, respectivamente, la igualdad de todos los ciudadanos ante la ley y la excepcionalidad de la adopción de medidas de privación de libertad. La ley Bossi-Fini, que la oposición recurrió al Constitucional tras calificarla de "racista", impone severas restricciones al acceso de extranjeros a Italia, al establecer que sólo pueden entrar en el país los "sin papeles" que previamente tengan un contrato de trabajo por su exclusivo período de vigencia.
La oposición de centroizquierda ha expresado hoy su satisfacción y ha celebrado el fallo del Tribunal Constitucional como un triunfo propio y una derrota de sus rivales políticos. El diputado verde Paolo Cento ha afirmado que "han tenido razón los que en estos meses han luchado con firmeza, e incluso con actos de desobediencia civil, contra la ley Bossi-Fini al considerarla inhumana y racista".
Desde las filas de la mayoría gubernamental se ha intentado restar importancia al fallo con el argumento de que es posible subsanar el problema planteado por la Corte con la elaboración de un decreto por parte del ministerio del Interior. Los más beligerantes con la decisión del Alto Tribunal han sido los dirigentes de la Liga Norte, que en su día hizo de una ley de inmigración restrictiva una de sus principales promesas electorales y que ahora la enarbolaba como uno de sus estandartes políticos.
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