China garantiza la propiedad privada y protege los derechos humanos en su Constitución
Concluye la reunión anual de la Asamblea Nacional Popular con la inclusión de dos históricas claúsulas en la Carta Magna china
La Asamblea Nacional Popular (ANP), máximo órgano legislativo chino, ha concluido hoy su reunión anual con la inclusión en la Constitución de dos enmiendas históricas: una que proclama la inviolabilidad de la propiedad privada y otra en la que el Estado se compromete a respetar y proteger los derechos humanos en el país.
"La propiedad privada obtenida legalmente es inviolable", señala la nueva cláusula constitucional, aprobada por 2.863 delegados de los 2.903 congregados en el Gran Palacio del Pueblo de Pekín, donde se han celebrado durante diez días las sesiones de la X Asamblea Nacional Popular. La inclusión de esta frase en el vocabulario comunista chino hubiera sido impensable hace sólo unos años, pero la propiedad privada en China ha creado 30 millones de puestos de trabajo mientras el alicaído sector público está embarcado en un difícil proceso de reestructuración.
Por otra parte, la protección de los derechos humanos también figurará a partir de ahora en la Constitución china con una resolución que reza: "El Estado respeta y protege los derechos humanos de su pueblo". El nuevo Ejecutivo, que ha manifestado su intención de reducir la aplicación de la pena de muerte ante las crecientes críticas de las cancillerías occidentales, pretende limpiar su imagen en el terreno de los derechos humanos. Pekín ha mantenido tradicionalmente que los derechos humanos consisten simple y llanamente en satisfacer las necesidades económicas de su población, mientras Amnistía Internacional y muchos países subrayan la necesidad de que China ratifique la Convención de Derechos Civiles y Políticos de Naciones Unidas.
Sustituida la controvertida ley marcial
La Asamblea Nacional Popular, el máximo órgano legislativo del país, también ha aprobado la inclusión en la Carta Magna de la teoría de los "Tres Representantes" del Partido Comunista Chino -las fuerzas productivas, la vanguardia de la cultura y toda la nación china- de Jiang Zemin, que rompe con 55 años de exclusividad para "obreros y campesinos".
Entre las 14 enmiendas aprobadas por los 2.863 delegados figura también la sustitución de la controvertida ley marcial -a la que recurrió Li Peng para reprimir a los estudiantes en la plaza de Tiananmen (1989)- por una de estado de emergencia nacional, que únicamente podrá ser ejercida por el jefe del Estado. Tras su aprobación, Hu Jintao podrá decretar el "estado de emergencia", que incluye la adopción de medidas administrativas especiales, en vez del actual "estado de sitio", que supone el recurso a las Fuerzas Armadas.
La Constitución china, aprobada en 1982 y que constituye la cuarta Carta Magna en la historia de la República Popular (1949), ha sido reformada en cuatro ocasiones (1988, 1993, 1999 y 2004). El presidente chino, que se ha mostrado en sus primeros doce meses al frente del Gobierno como un constitucionalista convencido, pretende que sea la Carta Magna y la ley las que guíen el comportamiento de los dirigentes chinos.
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