La ONU antepone la credibilidad de las elecciones en Irak a la fecha de celebración

La ONU apoya los planes de la mayoritaria comunidad chií en Irak para celebrar elecciones directas al Parlamento, pero ve difícil que éstas puedan tener lugar antes del 30 de junio, cuando el país quedará en manos de una Asamblea Nacional designada por Washington. Lajdar Brahimi, enviado por la ONU a Irak para conocer las preferencias de las distintas facciones iraquíes sobre el traspaso de poder, ha declarado esta mañana que "el proceso para la celebración de elecciones es muy complicado" y que "deberán tener lugar cuando todo el mundo pueda aceptar el resultado". Es decir, ha considerado más importante la credibilidad de los comicios que la fecha en que tengan lugar.

Pese a que uno de los ayudantes de Brahimi haya descartado, en declaraciones a la BBC, que vayan a celebrarse las elecciones antes del traspaso de poder, lo cierto es que la ONU no se compromete a anunciar una fecha en que podrían celebrarse, una vez que parece irse formando un consenso en torno a la opción de las elecciones directas, que darían lugar a un Gobierno legítimo, en vez de la opción defendida por EE UU, que pasa por la celebración de elecciones parciales en los distritos en los que se divide el país para elegir un parlamento provisional y un Gobierno interino que redacte una constitución para después elegir un Gobierno definitivo. Esta es la opción que defienden los chiíes, mayoritarios en Irak, mientras que Washington sostiene que no hay tiempo para organizar unas elecciones directas antes del traspaso de poder, que tendrá lugar el 30 de junio.

"La demanda de las calles iraquíes de las elecciones directas es legítima, pero las calles deben saber que las elecciones son un proceso muy complicado", ha dicho Brahimi. "Los beneficios que esperan las calles iraquíes [tras las elecciones] no podrán obtenerse a menos que estas se celebren tras una buena preparación y en un momento en el que todas las partes puedan aceptar los resultados". "Necesitamos organizar elecciones lo antes posible, pero no antes dde que sea posible", ha dicho. Sin embargo, Brahimi no ha querido aventurar cuándo podría ser ese momento. En todo caso tras entrevistarse ayer con el ayatolá Ali Sistani, líder de la mayoría chií, Brahimi declaró que "compartía al 100%" las preferencias de éste por las elecciones directas.

Antes de las palabras de Brahimi, uno de sus ayudantes, Ahmad Fawzi, ha declarado a la BBC que no se maneja en estos momentos un aplazamiento del traspaso de poder, fijado para 30 de junio, y que "las elecciones tendrán lugar cuando el país esté preparado y esto será después del traspaso de poder".

Recomendación de la ONU

El problema es que los chiíes, que representan el 60% de la población iraquí y que podrían decantar las elecciones, no quieren retrasar la celebración de los comicios. La ONU parece aconsejar que se celebren después del traspaso de poder, pero tiene que tener en cuenta la reacción de Sistani, que podría ser un avance de la reacción de su pueblo. La insistencia de Sistani en celebrar elecciones directas antes del 30 de junio llevó a EE UU a pedir la asesoría de la ONU.

Brahimi, que enviará a la ONU las conclusiones de su misión en un plazo de 10 días o una semana, se muestra confiado en que la recomendación que haga Kofi Annan sobre la fecha de las elecciones será bien recibida "porque serán recomendaciones imparciales sin otro objetivo que facilitar los asuntos para los iraquíes". Según Fawzi, todo apunta a que el ayatolá aceptará la visión de la ONU. "Pareció aceptar el hecho de que tres meses y medio no son suficientes para preparar y celebrar elecciones", ha dicho Fawzi.