Cerca de 50 muertos en otro atentado contra un centro de reclutamiento del Ejército iraquí
El 'kamikaze' ha explosionado el coche bomba contra la cola en la que cien hombres esperaban para alistarse
Cerca de medio centenar de iraquíes han fallecido y varias decenas han resultado heridos esta mañana en un atentado con coche bomba contra una oficina de reclutamiento del nuevo Ejército iraquí en el centro de Bagdad, según ha informado el viceministro del Interior. El ataque se produce sólo un día después de otro similar contra una comisaría de la localidad de Iskandariya, en el que fallecieron 50 personas. Estas instalaciones son vistas por los insurgentes como un símbolo del colaboracionismo con las fuerzas de EE UU.
- El balance provisional cifra en 25 los heridos
- El coche bomba llevaba 200 kilos de explosivos
La violenta explosión (a las 4.25 hora peninsular española)se ha producido junto a la comisaría situada en las cercanías del aeropuerto de Al Muzana, el antiguo aeródromo de Bagdad que está cerrado desde hace años. La mayoría de las víctimas eran hombres que hacían cola a las puertas del centro de reclutamiento para cursar sus solicitudes para entrar en el cuerpo armado o bien miembros del antiguo Ejército que acudían para cobrar sus honorarios.
El coronel estadounidense Ralph Baker ha precisado que el vehículo, conducido por un kamikaze estaba cargado con una cantidad de explosivos de entre 150 y 250 kilogramos. Algunos testigos presenciales han detallado que el vehículo era de un modelo estadounidense.
El viceministro del Interior de la Autoridad Provisional iraquí, Ahmed Kadhem Ibrahim, ha asegurado que la explosión ha causado "47 mártires" -el mismo balance facilitado por fuentes hospitalarias- y ha señalado que "los responsables de este ataque terrorista están interesados en parar la democratización de Irak, pero no van a lograrlo", han sido sus palabras.
Casi cien muertos en 24 horas
Este nuevo atentado se ha producido menos de 24 horas después de que otro coche bomba dejara medio centenar de muertos y 100 heridos en una comisaría de la localidad iraquí de Iskandariya, 50 kilómetros al sur de Bagdad. La violenta explosión sorprendió a cientos de jóvenes que hacían cola para solicitar un puesto de trabajo.
Las comisarías de la nueva policía iraquí son vistas por los insurgentes como un símbolo del colaboracionismo con las fuerzas estadounidenses y suelen ser blanco de los ataques de la resistencia.
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