Los iraquíes no confían en la Coalición ni en sus partidos políticos

Siete meses después de que Bush declarara el fin de las operaciones militares en Irak, los iraquíes se encuentran en una encrucijada llena de paradojas. Según una encuesta realizada por la universidad británica de Oxford, casi un 80% de los iraquíes no confían en las tropas de ocupación de EE UU y el Reino Unido ni en la Autoridad Provisional de la Coalición, pero tampoco confían en sus partidos políticos. Aunque apuestan por un futuro democrático dirigido por los propios iraquíes, también se inclinan por un líder fuerte. Perciben la guerra como lo peor del último año, al tiempo que la caída de Sadam Husein es lo mejor.

El sondeo, llevado a cabo en más de 3.200 viviendas de Irak elegidas por azar por investigadores de universidades como la de Bagdad o Dohuk, bajo la coordinación de Oxford, arroja un buen número de paradojas y contradicciones que ha destacado hoy el director del estudio, Christopher Sahm. Por ejemplo, casi la mitad de la población estima que la caída de Sadam es lo mejor que le ha ocurrido al país en los últimos 12 meses, mientras que la campaña que dio con su régimen en tierra es lo peor del año. "Curiosamente, no parece haber relación entre lo mejor y lo peor. Las mismas tropas que liberaron a los iraquíes de Sadam son la institución menos valorada".

De hecho, un 79% de los consultados aseguraron que no confían en los soldados estadounidenses y británicos, mientras que un 73% afirman que tampoco tienen fe en la Autoridad de la Coalición. Pero, una vez más, se da la paradoja de que un 78% de los iraquíes tampoco confía en los partidos políticos de Irak. Más: aunque un 70% de los encuestados afirma confiar en los líderes religiosos, la misma proporción estima que la moralidad y la "dirección religiosa" deberían restringirse al ámbito privado, en cuanto "responsabilidad del individuo y no del gobierno", de modo que menos del 1% de la población se inclina por un régimen islamista. "Esto desafía la teoría de que los iraquíes quieren un régimen religioso", estiman los autores del sondeo.

El futuro del país

En cualquier caso, un 95% estima que el futuro pasa por una democracia dirigida por iraquíes, aunque, curiosamente, un 71% es favorable a "un líder iraquí fuerte". Mientras, otro 12% apuesta por "un Gobierno estructurado en torno a líderes religiosos". Eso sí, el rechazo a la Autoridad estadounidense está más generalizado: dos tercios de la población iraquí -un 64%- opina que la Autoridad provisional del estadounidense Paul Bremer no debería tener ningún papel en el futuro del país. Pero, una vez más, surge la ironía de que tampoco una administración dirigida por Naciones Unidas es del agrado de los iraquíes, que se oponen a esta solución en un 54%.

De hecho, la confusión reina también a la hora de decantarse por una solución para el país. Así, "un 71% de los consultados declina señalar un partido al que votaría y, entre los que sí lo hacen, se menciona a 38 fuerzas políticas distintas", lo que da idea de la situación política en el país, que ha sido calificada por los autores del estudio como "embrionaria y fragmentaria".

En la encuesta queda claro que la principal prioridad en estos momentos para los iraquíes es recobrar seguridad (un 67%), mientras que 80% se manifiesta además en contra de la lucha violenta. No se aprecia por ello una especial inquina contra los remanentes del anterior régimen: un 91% de los encuestados opina que la situación de los miembros del antiguo régimen "no es una prioridad en absoluto".