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Bush defiende en Londres la guerra de Irak "como una cuestión de valores" e "idealismo"

El presidente de Estados Unidos apela a la "misión" compartida con el Reino Unido: "Defender a nuestros pueblos del peligro"

El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, ha sido obsequiado hoy con un día de pompa y circunstancia británica, en una primera jornada de visita al Reino Unido que ha tenido más gestos ornamentales que políticos. Sin embargo, y a la espera de la reunión que mantendrá mañana en Downing Street para analizar junto al primer ministro, Tony Blair, la crisis de Irak, Bush ha vuelto a defender la intervención militar aunque apelando esta vez a argumentos similares a los que usó el líder británico en su momento: la guerra fue "una cuestión de valores".

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El uso "medido" de la fuerza bruta es a veces la única forma de defender la paz, de "defender los valores democráticos", según Bush, que ha dejado claro que su país "hará frente a su responsabilidad, acabando el trabajo de democracia empezado". Esta afirmación, referida tanto a Irak como a Afganistán, tenía como objeto despejar cualquier duda sobre una eventual retirada de sus tropas antes los ataques de la resistencia, que han causado más de 50 bajas estadounidenses en el último mes. Pero por si no estuviera claro, Bush ha apostillado: "No fuimos a Irak para rendirnos ante una banda de asesinos".

"Defenderemos a nuestros pueblos"

Desde el corazón financiero de la metropolis que una vez rigió el planeta, el líder del país más poderoso del mundo ha querido incidir en la "fuerte alianza de valores" que une a Londres y Washington, que comparten "una misión", puesto que "la libertad necesita defensores". "Ayudaremos al pueblo iraquí a establecer una democracia", y de esta forma "defenderemos a nuestros pueblos del peligro" del terrorismo internacional y de los países "sin escrúpulos" o "rebeldes" que poseen armas de destrucción masiva.

Bush ha querido defender la necesidad de ser "idealista" precisamente en la tierra de Blair, que basó su defensa de la guerra en argumentos de este calado frente a la dureza precisamente de los halcones de la Casa Blanca. Sin embargo, no parece que esos sean los sentimientos compartidos por todos los británicos. El presidente estadounidense ha tenido que dar su discurso en la City, ante una audiencia elegida con mucho cuidado, y no en el Parlamento por temor a las protestas. Las medidas de seguridad son extremas en toda la ciudad, tanto para evitar atentados como para impedir que algún rebelde pacifista tenga la tentación de dar una campanada mediática.

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Y todo ello pese a que el diario The Guardian publicaba ayer un significativo sondeo en el que los británicos, y especialmente los votantes laboristas, se declaran más favorables que contrarios a la presencia de Bush en el país.

Navidades de 1918

La primera visita de Estado del presidente estadounidense al Reino Unido, recibido con todos los honores y acogido por la Reina en el palacio de Buckingham, ha tenido hoy un día de protocolo en el que ha tenido oportunidad incluso para pasar revista a la Guardia Real. La última vez que un presidente de Estados Unidos durmió en esas alcobas reales fue en las Navidades de 1918, cuando Woodrow Wilson pasó cinco días en la ciudad como invitado del rey Jorge V y la reina María camino de la Conferencia de Paz de Versalles al término de la Primera Guerra Mundial. Otros presidentes han visitado la ciudad, como Ronald Reagan o Bill Clinton, pero ni en visita de Estado ni alojados en palacio.

La visita, programada desde junio del año pasado, comenzará a tornarse seria mañana, tanto por la reunión en Downing Street como por la protesta contra la guerra, que puede reunir en la capital británica a más de 100.000 personas. Bush visitará la abadía de Westminter y la tumba del Soldado Desconocido, se encontrará con soldados que han combatido en las guerras de Afganistán e Irak y quizá también con familiares de soldados fallecidos en esas guerras. Luego se entrevistará con Tony Blair y dará una conferencia de prensa antes de comer en Downing Street. Por la tarde asistirá a una mesa redonda sobre el sida y por la noche será él quien agasaje a la reina. El viernes visitará Sedgefield, en el noreste de Inglaterra, feudo electoral de Blair.

La reina de Inglaterra ha recibido con todos los honores a Bush en el palacio de Buckingham.
La reina de Inglaterra ha recibido con todos los honores a Bush en el palacio de Buckingham.AP
Manifestantes contra la visita de Bush al Reino Unido, ayer en el centro de Londres.
Manifestantes contra la visita de Bush al Reino Unido, ayer en el centro de Londres.EFE

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