Annan recuerda a los países donantes que la prioridad en Irak es la seguridad y no el dinero

"La prioridad de Irak es recuperar la seguridad". Con estas palabras, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, ha querido recordar a los 59 países participantes en la Conferencia de donantes de Madrid que, antes que el dinero, lo básico para reconstruir el país es terminar con el peligro que representa "el alto nivel de inseguridad y violencia".

En su discurso de inauguración en el Palacio de Congresos del Campo de las Naciones de Madrid , Kofi Annan ha insistido en que la reconstrucción de Irak "es inseparable" del proceso de democratización, un reto para el que ha prometido toda la ayuda de la organización que lidera. No obstante, ha animado a los presentes a "dar [fondos] generosamente". A renglón seguido, ha confiado en que de la conferencia salga "una señal" que demuestre el compromiso de la comunidad internacional con la construcción de "un nuevo Irak, estable, independiente y democrático".

Además, ha recordado que las necesidades iraquíes se cifran en 35.000 millones de dólares entre 2004 y 2007 y en 9.300 sólo para el próximo año. Sin embargo, unas horas antes de la inauguración de la cumbre, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha señalado a la Cadena SER que "Irak no podría absorber más de 6.000 millones anuales debido a su falta de infraestructuras".

Antes de tomar la palabra Annan lo ha hecho la ministra española de Asuntos Exteriores, Ana Palacio, que ha preferido dirigirse a los propios iraquíes, a los que ha pedido que "se involucren con un ánimo de conciliación y participen de forma activa en la reconstrucción no sólo económica, sino social e institucional de su país".

Sin seguridad no hay inversiones

El espinoso tema de la seguridad ha sido abordado esta tarde por el presidente del Comité de Seguridad del Consejo de Gobierno iraquí, Samir Sumaidan, quien ha considerado que la violencia tiene un impacto directo en los demás aspectos de la vida iraquí: "la economía, los servicios, y en la capacidad de los organismos internacionales para estar en el país y ayudar". Por su parte, otro representante del Gobierno iraquí en Madrid, Mowaffak Al-Rubaie, ha matizado que su país sufre dos tipos de violencia. Por un lado la que ha denominado "delincuencia social", que "mejora día a día", según sus palabras. Y por otro, la "violencia política", es decir, el terrorismo. El mismo terrorismo que parece frenar los ánimos inversores de los más de 200 empresarios que se han reunido en paralelo para definir el papel del sector privado en la reconstrucción. Tanto los empresarios españoles como los del resto de países donantes han condicionado sus inversiones a la mejora notable de la seguridad. John Disharoon, de la empresa estadounidense Caterpillar, ha manifestado su preocupación cuando ha dicho que "nada va a avanzar si no hay estabilidad en la región", aunque ha reconocido que la situación es ahora "mucho mejor que hace seis meses".

Las firmas españolas, por su parte, han defendido la propuesta de la CEOE de que "la totalidad" de la aportación del Gobierno español para la reconstrucción de Irak (300 millones de euros), se materialice en contratos para sus compañías. El director de Gestión Exterior de la Asociación de Empresas Constructoras de Ambito Nacional (Seopan), Pedro González-Haba, en declaraciones a los medios de comunicación, ha destacado el interés de estas compañías en la reconstrucción, pero ha incidido en la necesidad de solventar el problema de la seguridad. El vicepresidente de Técnicas Reunidas, Manuel Valencia, por su lado, ha calificado de "muy confusa" la actual situación de Irak y ha dicho que los proyectos de gran envergadura "necesitan un clima político estable" porque, ha dicho, "el dinero es tradicionalmente cobarde".