Tres estadounidenses mueren en un atentado contra un convoy diplomático en Gaza
Washington pide a sus ciudadanos que abandonen la zona tras el primer ataque contra objetivos de ese país desde el inicio en 2000 de la segunda intifada
Tres estadounidenses han muerto hoy al estallar una bomba en una carretera de la franja de Gaza al paso de un convoy oficial en el que viajaban diplomáticos de este país y agentes de la CIA. Este atentado, el primero contra objetivos estadounidenses desde el inicio de la segunda intifada hace tres años, ha llevado a Washington a instar a sus funcionarios y ciudadanos a que abandonen Gaza. Además, el presidente de EE UU, George W. Bush, ha dejado claro que no habrá Estado palestino si no cesa la violencia.
El funcionario estadounidense responsable de la mediación en el conflicto que enfrenta desde hace más de medio siglo a palestinos e israelíes no viajaba en el convoy atacado, pese a que en un primer momento la radio nacional así lo aseguró. John Wolf, al que el secretario de Estado, Colin Powell, enconmendó la labor de supervisar la aplicación del fallido plan de paz conocido como la Hoja de Ruta, no se encuentra hoy en Israel.
Un cráter en la calzada
Las tres víctimas del ataque eran responsables de los servicios de seguridad que protegen la embajada de su país en Tel Aviv. Además, uno de sus compañeros y el conductor israelí del vehículo más afectado por la explosión se encuentra en estado grave. El convoy, en el que viajaban 12 estadounidenses, se encontraba en el momento del atentado a dos kilómetros del paso fronterizo de Erez, entre las localidades palestinas de Bet Janun y Bet Lagye.
Los vehículos eran escoltados por dos coches con agentes de la seguridad palestina, según informa la cadena de noticias CNN, que precisa además que la bomba estalló una vez hubo pasado el primero de ellos (el otro iba a la cola). La explosión, que alcanzó de lleno al tercer vehículo de la caravana, destrozó el todoterreno blindado y dejó un enorme cráter en la carretera. Los restos humanos y de metal se encontraban dispersos por una zona de varios metros cuadrados.
Investigación del FBI
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Yasir Arafat, se ha apresurado a condenar el atentado, mientras que, como es habitual en estos casos, el Gobierno de Ariel Sharon le responsabilizaba de él. Estados Unidos ha anunciado el envío de un equipo del FBI para investigar las circunstancias de la acción terrorista y tratar de hallar a sus responsables.
Entre tanto, el embajador de este país en Israel ha instado a las autoridades palestinas a capturar a los autores del atentado, al tiempo que reiteraba la intención de su país de seguir luchando por la paz en la región. Iguales palabras ha tenido Powell en su primera reacción del atentado; horas más tarde ha dejado claro que si no cesa la violencia será imposible crear un Estado palestino, palabras luego reiteradas por Bush.
Wolf no viajaba en el convoy
Poco después de conocerse el atentado, la embajada estadounidense ha asegurado que el negociador Wolf no integraba el convoy, ya que no se encuentra en Israel.
Wolf, designado por el Secretario de Estado Colin Powell para supervisar la aplicación de la Hoja de ruta", el plan de paz del Cuarteto de Madrid, se dirigía a la ciudad de Gaza. Su posible presencia en el convoy había desatado todas las alarmas.
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