Sharon advierte de que Israel "golpeará a sus enemigos en cualquier lugar"
Israel envía más tropas a la frontera con Líbano tras los ataques de Hezbolá
Las sombras de una conflagración bélica a gran escala vuelven a planear sobre Oriente Próximo. Mientras crece la tensión con Siria y Líbano, el primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha advertido de que su país está preparado para "golpear a sus enemigos en cualquier lugar, en cualquier momento y de cualquier forma". De momento, la frontera con Siria está en calma, pero no la de Líbano, donde Israel y Hezbulá se han disparado obuses esta madrugada. En uno de estos incidentes, un niño libanés ha muerto.
"Israel continuará defendiendo a sus ciudadanos y no vacilará en golpear a sus enemigos en todo lugar y por todos los medios", ha declarado esta mañana Sharon en su primera declaración pública después del raid el pasado domingo contra un supuesto campo de entrenamiento de la Yihad Islámica cerca de Damasco. Durante una ceremonia de conmemoración de la Guerra del Yom Kipur en Jerusalén, el primer ministro ha añadido que, "al mismo tiempo", Israel no perderá "ninguna ocasión de alcanzar la paz" con sus vecinos.
Según Sharon, "la batalla continúa. Israel persigue a las organizaciones terroristas, cuya sed de sangre no tiene límites como quedó demostrado el sábado", en referencia al sangriento atentado de Haifa, en el que murieron 19 israelíes y que desencadenó la respuesta de Israel fuera de sus fronteras, la primera en 30 años. A estas acusaciones responde el presidente sirio, Bachar al Assad, en una entrevista que publica hoy el diario árabe Al Hayat, en la que señala que "Israel quiere llevar a Siria a la guerra y al resto de la región a la guerra". Según Al Assad, el Gobierno de Sharon vive para y por la guerra y no hay nadie en el mundo que crea que la paz es posible con un gobierno de este tipo".
Entretanto, el Ejército israelí mantiene un férreo control militar sobre las principales ciudades cisjordanas. Así, ha decretado zonas militares cerradas las localidades de Belén y Jericó, según han informado fuentes oficiales de la Autoridad Nacional Palestina (ANP). También en Gaza, Israel mantiene por tercer día consecutivo un estricto bloqueo interno y externo, y permanece dividida en cuatro zonas aisladas.
A todo esto se añade la psicosis en la que se hayan sumidas las autoridades israelíes, temerosas de que un nuevo suicida palestino burle sus controles y cometa una nueva matanza. Para evitarlo, el Ejército ha desplegado esta noche un gran número de tropas en las inmediaciones del límite territorial con Cisjordania y no se descarta una posible llamada de reservistas, según ha informado la televisión.
Tensión en la frontera con Líbano
Las declaraciones belicistas de Sharon coinciden con el incremento de la presencia militar israelí en la frontera con Líbano después de que esa zona fuera ayer escenario de distintos incidentes armados con la guerrilla integrista de Hezbolá, los más graves desde que hace tres años las tropas israelíes se retiraran de la región. El despliegue de artillería adicional ha sido confirmado por la edición electrónica del diario israelí Haaretz, que señala que dicho incremento podría ser el preludio de una dura respuesta de Israel a la escalada de la violencia por parte de Hezbolá.
El último episodio de violencia registrado en la frontera que separa ambos países ocurrió la pasada madrugada, cuando un niño libanés de cuatro años, Ali Yassin, murió como consecuencia de las heridas producidas por la metralla de un obús, que alcanzó esta madrugada su casa en Houla, en el sur de Líbano, a cinco kilómetros de la frontera con Israel. En el mismo incidente, su hermano gemelo resultó herido en un pie. Los datos de este suceso son aún confusos, ya que Beirut afirma que el obús fue lanzado por un cazabombardeo israelí, mientras que fuentes israelíes afirman que el niño libanés murió por causa de la explosión de un cohete disparado desde el sur de Líbano hacia Israel. Poco antes de la caída del cohete, las baterías antiaéreas libanesas dispararon contra dos helicópteros israelíes que patrullaban la frontera sin alcanzarles.
Pero éste no ha sido el único incidente registrado esta noche en esa conflictiva área. Cuatro obuses de artillería procedentes de Israel cayeron a las 4.00 horas locales (3.00 hora española) sin provocar víctimas cerca de la localidad fronteriza de Cheba, en el sur de Líbano, según la Policía libanesa. Este bombardeo estuvo precedido por disparos y por el vuelo de helicópteros israelíes.
Momentos antes, los milicianos islámicos de Hezbulá dispararon proyectiles y cohetes, aunque sin consecuencias, contra una base militar israelí en el sector oriental de la frontera entre ambos países, que se extiende a lo largo de 110 kilómetros desde el Mediterráneo hasta la falda occidental del macizo del Golán. Hizbulá desmintió que sus guerrilleros hayan lanzado ese ataque del que dio cuenta un portavoz militar israelí. Tras los incidentes, la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL) mandaron patrullas a lo largo de la línea azul que separa el país de Israel.
Redada contra la Yihad en Jenín
El Ejército israelí ha detenido esta madrugada a 31 palestinos en la región de Jenín, al norte de Cisjordania, tras el atentado suicida perpetrado el sábado pasado en Haifa, según ha anunciado un portavoz militar.
"Han sido detenidos en Jenín y en una localidad vecina y son sospechosos de pertenencia la Yihad Islámica", ha señalado el portavoz, en referencia al movimiento radical palestino al que pertenecía la kamikaze que perpetró el atentado del sábado en el que murieron 19 personas, que además procedía de Jenín.
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