Dos grupos paramilitares norirlandeses anuncian un año de alto al fuego pero no su desarme

Los dos principales grupos armados protestantes norirlandeses, la Asociación para la Defensa del Ulster (UDA) y los Luchadores por la Libertad del Ulster (UFF), han anunciado esta mañana que suspenden "por 12 meses" sus actividades para contribuir al proceso del paz, aunque de momento no entregarán las armas.

Estos dos grupos protestantes, implicados en el tráfico de drogas y en el crimen organizado según fuerzas de seguridad británicas y enfrentados, desde hace meses, por el control del territorio, han revelado en un comunicado que van a reestructurarse y que, a partir de ahora, dejarán de tener "una cara pública". Su brazo político, el Grupo de Investigación Política del Ulster, ha sido el encargado de leer la nota en una rueda de prensa celebrada en el este de Belfast.

Los paramilitares, sin embargo, no se han comprometido con el desarme. "Sólo cuando estemos convencidos de que el Movimiento Republicano [el Ejército Republicano Irlandés, IRA] se ha desarmado totalmente, responderemos nosotros de la misma manera", han subrayado los portavoces Jim Wright, Sammy Duddy, Frank, McCoubrey, Tommy, Kirkham y Frankie Gallagher. También han confirmado que propondrán un candidato para la Comisión Internacional para el Desarme, que actualmente dirige el canadiense John de Chastelain y de la que estas organizaciones se desvincularon recientemente.

El "fin de los disturbios"

Según su comunicado, los grupos revisarán su posición "cada tres meses", de acuerdo con el progreso de la situación en la provincia, y, además, intentarán "poner fin a los disturbios" en los puntos de violencia sectaria contra católicos. En cuanto al proceso de paz en Irlanda del Norte, estancado desde la suspensión de la autonomía el 14 de octubre, los grupos confiaron en su evolución y recomendaron a los Gobiernos de Londres y Dublín "ser menos dictatoriales" en sus negociaciones con los partidos.

El líder del Partido Unionista del Ulster (UUP) y ex ministro principal de Irlanda del Norte, David Trimble, ya ha calificado el anuncio de "acontecimiento positivo", mientras los analistas interpretan esta tregua como el fin de las reyertas por tráfico de drogas que han amenazado y destruido durante años comunidades enteras en Belfast, y que provocaron, hace unos días, la huida a Escocia de seguidores de Johnny Perro Loco Adair, líder de los UFF tras su expulsión de la UDA y encarcelado desde enero.

Tras la marcha de los secuaces de Adair del conflictivo barrio de Shankill, el ministro británico para Irlanda del Norte, Paul Murphy, instó a sus antiguos colegas a abandonar la violencia y seguir el camino político. Los paramilitares, que el miércoles hicieron el gesto de entregar a la policía algunas explosivos de fabricación casera, titularon su propuesta de tregua Iniciativa John Gregg, en memoria del líder de la UDA asesinado a principios de febrero en una emboscada organizada por los seguidores de Adair. La UDA, que aspira a preservar la hegemonía británica en Irlanda del Norte, había declarado ya un alto el fuego en 1994, en respuesta al cese de hostilidades anunciado unos meses antes por el IRA. Sin embargo, a finales de 2001, fue acusada de ataques contra hogares de católicos, por lo que la tregua se dio por rota.