EE UU apura la vía diplomática y anuncia que la crisis de Irak ha entrado en su "fase final"
El Gobierno estadounidense intensificará los contactos con los aliados europeos aunque mantiene la amenaza de guerra
La crisis de Irak ha entrado en su "fase final". En ella, el presidente de EE UU, George W. Bush, intensificará sus contactos con Naciones Unidas y con los países europeos para tratar así de que aumente la presión sobre Sadam Husein, en un último intento para lograr el desarme de Irak, según ha anunciado esta tarde el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer. Esta última "ventana diplomática" no supone, no obstante, un cambio en la estrategia de Bush. "Que nadie dude de la voluntad del presidente de que una coalición desarme a Sadam si no lo hace él mismo".
El objetivo es que esa presión logre el desarme del régimen de Bagdad, que se vería cercado por las miradas del mundo entero. Sin embargo, la amenaza de guerra sigue vigente, tal como anunció ayer Bush en el discurso sobre el Estado de la Unión en el que anunció que Washington no esperará a las "decisiones de otros países" con respecto a Irak y emprenderá "cualquier acción" que considere necesaria contra el régimen de Sadam Husein para "defender la libertad y la seguridad del pueblo de Estados Unidos".
"Entramos en la fase final en la que lo que está a punto de abrirse es una ventana diplomática", ha dicho el portavoz de la Casa Blanca en el curso de una visita con el presidente a la ciudad de Grand Rapids, en Michigan. Según Fleischer, Bush "sigue creyendo que si la diplomacia da como resultado expresiones serias y contundentes de unidad contra Sadam Husein, de modo que el presidente iraquí reciba el mensaje más poderoso posible y proceda a desarmarse, entonces se podrá resolver de modo pacífico. El presidente mantiene esa esperanza".
Como parte de esta "fase final" de consultas con los aliados, el presidente estadounidense se reunirá mañana, jueves, en Washington con el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, y el viernes hará lo propio con el de Gran Bretaña, Tony Blair. Además, el secretario de Estado, Colin Powell, presentará el día 5 de febrero ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas las pruebas que dice tener de que Irak posee armas de destrucción masiva.
EE UU no esperará a otros
Las declaraciones de Fleischer han llegado horas después de que el presidente Bush se dirigiera a la nación con motivo del discurso sobre el Estado de la Unión, en el que dejó claras sus intenciones con respecto al régimen de Sadam. Bush ya adelantó que su país no esperará a las decisiones de otros países con respecto a Irak y emprenderá "cualquier acción" que considere necesaria contra el régimen de Sadam Husein para "defender la libertad y la seguridad del pueblo estadounidense".
Fue la repetición de los argumentos conocidos a favor de mantener la presión militar y diplomática para conseguir que, de una manera u otra, Irak se desarme. Lo más clarificador ha sido la advertencia de un posible ataque unilateral a los países reticentes a la guerra, como el eje franco-alemán, y la confirmación de que el próximo día 5 el secretario de Estado, Colin Powell, revelará a la ONU datos sobre los arsenales iraquíes de destrucción masiva.
Italia cede sus bases a EE UU
El Gobierno italiano ha cedido ya a Estados Unidos el uso de sus bases y le ha dado permiso para sobrevolar su espacio aéreo en caso de una intervención militar contra Irak, según ha confirmado el Ministerio de Defensa.
La autorización se justificaría únicamente por "motivos técnicos" para tareas de abastecimiento, según una carta enviada por el titular de ese departamento, Antonio Martino, a los presidentes de las comisiones de Defensa de la Cámara de Diputados y del Senado.
Por otro lado, unos 20.000 soldados estadounidenses podrán cruzar Turquía en dirección al norte de Irak en caso de que se apruebe un acuerdo de principio con Ankara, cuya preparación tiene como objetivo afrontar una probable, según han anunciado altos funcionarios estadounidenses.
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