Chirac advierte a Bush de que un ataque a Irak sin la ONU viola las leyes internacionales

El presidente francés, Jacques Chirac, ha aprovechado su encuentro en París con el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, para advertir a Estados Unidos de que la decisión última de lanzar un ataque contra Irak le corresponde al Consejo de Seguridad. Un acción unilateral de Washington, según el mandatario galo, supondría una violación de las leyes internacionales. En este sentido, ha insistido en contar con una segunda resolución de Naciones Unidas que autorice el uso de la fuerza.

Chirac ha insistido en sus argumentos: "Le corresponde al Consejo de Seguridad, y sólo a él, formular un juicio a la vez sobre los informes y sobre las peticiones de los inspectores". "Francia no podría respaldar" una operación militar "en violación de la legislación internacional", ha añadido, apuntando que su país "se reservará una total libertad de apreciación" en caso de que finalmente estalle el conflicto.

Asimismo, Chirac, al igual que Blix, ha reiterado sus exigencias de cooperación a Irak. En opinión del presidente galo, el régimen de Sadam Husein debe proporcionar "pruebas indiscutibles" de que realmente está cooperando con los inspectores de desarme, con el fin de evitar un nuevo conflicto, "la peor de las soluciones".

Blix ha coincidido en estas apreciaciones, apuntando que el informe de armamento de 12.000 páginas entregado por Bagdad es "muy insuficiente" y que el régimen de Sadam Husein debe pasar "a una velocidad superior" en cuanto a cooperación con la ONU. No obstante, también ha dirigido críticas veladas contra Washington, instándole a presentar las "pruebas" contra Irak de que tanto habla.

EE UU se dirige al "suicidio"

El presidente iraquí, Sadam Husein, ha afirmado esta mañana, en un mensaje transmitido a su pueblo por radio y televisión con motivo del 12º aniversario del inicio de la Guerra del Golfo (el 17 de enero de 1991), que su régimen está preparado para una nueva contienda y que está determinado a repeler un eventual ataque de Estados Unidos, al que ha advertido de que se encamina "al suicidio" si pretende invadir su país. "Morirán frente a las murallas de Bagdad", ha sentenciado el mandatario.

"Hemos planeado derrotar a los agresores", ha indicado Husein, que ha vuelto a negar que su régimen esté desarrollando armas de destrucción masiva. En su alocución, Husein ha instado a los iraquíes a "estar preparados para defender el país de cualquier ataque y luchar contra el enemigo con espadas y fusiles, guiados por la luz de vuestra fe", ante los "planes maléficos" que continúan elaborando "los cuervos y los cocodrilos del mal", en alusión a los preparativos militares de EE UU y Reino Unido, que han desplazado ya a 100.000 soldados a países de la zona.

"Bagdad, tanto su pueblo como su Ejército y sus dirigentes, está decidido a empujar a los mongoles de la era moderna [en referencia a EE UU y a Reino Unido, a los que compara con el Ejército mongol que saqueó la capital iraquí en 1258] a suidarse bajo sus muros", ha declarado el jefe del Estado iraquí cuando se cumplen 12 años de la expulsión de sus tropas de Kuwait. El líder iraquí, que no ha hablado en ningún momento de la ONU ni de la misión de los inspectores, ha resumido las victorias iraquíes y ha afirmado que "Irak sabe resistir ante las bombas".

Hallazgo "preocupante y serio"

EE UU ha reaccionado al discurso incendiario de Sadam con indiferencia. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer ha sido lacónico: "Estamos mucho menos interesados en lo que dice Sadam Husein que en su intención de desarmarse".

En este sentido, y en respuesta al hallazgo, ayer, de 11 cabezas químicas de proyectiles vacías en Irak, Washington no ha querido aclarar si el descubrimiento constituye una violación de las obligaciones de desarme establecidas en la resolución 1441 de Naciones Unidas. El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, se ha limitado a señalar que el hallazgo es "preocupante y serio", porque evidencia que el régimen de Sadam Husein no tiene intención de cumplir el mandato de la ONU que le obliga a desarmarse.