Gobierno y oposición toman las calles de Caracas mientras el sector de la energía se colapsa

Dos manifestaciones, una a favor y otra en contra de Hugo Chávez, han tomado las calles de Caracas en medio de la tensión que ha dejado en los venezolanos el violento episodio de la plaza Altamira, donde tres personas murieron y otras 28 resultaron heridas de bala supuestamente a manos de simpatizantes del presidente. Mientras, el sector de la energía se colapsa tras la progresiva paralización cuando la huelga entra en su séptimo día.

Chávez anunció que el "perfil festivo" del acto de masas "cambió por la tragedia de Altamira", aunque no por ello la marcha iba a ser "menos contundente". La movilización de sus seguidores se convocó para celebrar el cuarto aniversario del triunfo electoral de Chávez el 6 de diciembre de 1998 y para demostrar la fuerza que el oficialismo tiene en los sectores populares del país, según los organizadores.

Entretanto, opositores al Gobierno se agrupaban en una sede de la estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) en Chuao, al este de Caracas, para luego caminar "en silencio" hasta la zona pobre de Petare en memoria de los caídos anoche en la plaza Altamira, donde permanece desde el 22 de octubre pasado un grupo de militares rebeldes que exige la renuncia de Chávez a la Presidencia. Allí, varios pistoleros la emprendieron a tiros contra los manifestantes opositores que desde hace más de un mes acuden a la plaza en apoyo a los uniformados rebeldes, sin que se hubiera presentado ningún incidente hasta anoche

Colapso del sector de la energía

El presidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez Araque, ordenó ayer la paralización de las operaciones de la refinería El Palito, después de que la gerencia de la instalación petrolífera solicitara el fin de las actividades por no contar con personal suficiente. Según información difundida por el canal de noticias Globovisión, el personal que permaneció trabajando durante esta semana tuvo que redoblar sus jornadas llevándolos al agotamiento, por lo que no estarían en capacidad de cubrir las medidas de seguridad mínimas para operar.

La huelga general contra el Gobierno de Chávez, que entra hoy en su séptimo día consecutivo y ha perdido fuerza con el paso de los días, tiene ahora como objetivo primordial la adhesión de PDVSA, cuyos ingresos representan el 80 por ciento de la entrada de divisas a Venezuela. Ayer dimitió la cúpula de la petrolera.

Hugo Chávez reconoció ayer que la producción petrolera en Venezuela está afectada por la huelga general en el país, pero no todavía la exportación, ni compromisos internacionales de la estatal compañía de Petróleos de Venezuela SA (PDVSA). Según el presidente, ya se han tomado "medidas" para intentar restablecer la normalidad, "que si no tuvieran éxito, la exportación también podría verse afectada".

"Si la tendencia al paro crece, la exportación, naturalmente, estará afectada, y también habrá un aumento del precio del petróleo" en los mercados internacionales, añadió Chavez en una rueda de prensa con corresponsales extranjeros en Caracas.