Los inspectores muestran su optimismo tras reunirse con los delegados de Irak
Naciones Unidas e Irak pactarán durante dos días en Viena los aspectos técnicos para el retorno de los expertos
Sin resultados tangibles, pero con optimismo ha terminado esta tarde en Viena la primera sesión de las conversaciones para ultimar los detalles del retorno a Irak de los inspectores de desarme de la ONU, reunión considerada como la última oportunidad para Bagdad de evitar un ataque militar.
En la sede vienesa de la ONU se han reunido hoy con sus respectivas delegaciones Hans Blix, jefe de la Comisión de la ONU para la Verificación, Inspección y Vigilancia (UNMOVIC); Mohamed El Baradei, director general del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), y Amir Al Sadi, subsecretario de Industrialización Militar de Irak.
Tras cinco horas de conversaciones, Blix ha dicho, con visible optimismo, que los negociadores han "completado una primera lectura de todos los temas que se habían detectado en el pasado". "Vamos a continuar mañana y al final de la sesión podremos decir algo más que ahora", ha añadido el funcionario de la ONU.
"Hoy se trató de todo. (Los iraquíes) están cooperando en las conversaciones, tal como estaba previsto", ha manifestado Blix, quien ha confirmado que en cuanto al envío de los inspectores a Irak, la fecha del 15 de octubre sigue sobre el tapete. "Mediados de octubre sigue siendo nuestro objetivo", ha asegurado el experto de la ONU, quien ha reiterado que el ambiente en las conversaciones sigue siendo "profesional", tal como ya había sido por la mañana.
"Mañana haremos la segunda lectura de los temas y el jueves voy a informar al Consejo de Seguridad (de la ONU) sobre los resultados de estas conversaciones", ha afirmado Blix ante los periodistas.
Máxima expectación
Aunque las conversaciones tienen lugar con un formato técnico y están centradas en los aspectos prácticos de las inspecciones, han despertado la máxima expectación ante la creciente presión de Washington y Londres a favor de una intervención militar en Irak para derrocar a Sadam Husein.
Las discusiones se consideran clave para revelar si Bagdad está dispuesto, como anunció hace dos semanas, a aceptar "sin condiciones" la reanudación de las inspecciones por primera vez en cuatro años, y sería la última oportunidad que tendría Irak de evitar una guerra, coinciden los observadores.
Así las cosas, el régimen de Sadam Husein tiene ahora tiempo hasta mañana para dar el visto bueno a las exigencias de movimiento, acceso, seguridad y logística de los expertos de la UNMOVIC, especializados en armas biológicas y químicas, y los del OIEA, encargados de controlar que el régimen iraquí no desarrolle armas atómicas.
Bagdad debe aceptar que los inspectores se muevan libremente por todo el país, tengan acceso a todas las instalaciones sospechosas -incluidos los palacios presidenciales-, y puedan sacar pruebas para analizarlas dentro y fuera de Irak, según afirmó Blix al llegar hoy a la sede de la ONU en Viena.
No se trata de negociar las condiciones, sino de ultimar los detalles de acuerdo con los acuerdos y resoluciones ya existentes, aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU, ha subrayado Blix.
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