España no logra el consenso para sancionar a los países que no controlen la inmigración

La presidencia española de la Unión Europea no ha conseguido hoy poner de acuerdo a los Quince miembros de la UE —de cara a la cumbre de Sevilla del 21 y 22 de junio— para que se suspendan los acuerdos de asociación con los países que no cooperen en la lucha contra la inmigración ilegal.

Suecia, Francia y Luxemburgo han rechazado la iniciativa española, mientras que el resto de miembros la ha apoyado, según fuentes diplomáticas francesas. Sin embargo, las noticias aparecidas matizan que en este último bloque haya una postura común. De hecho, al primer grupo de países se unen aunque de forma tímida Finlandia y Portugal, según otras informaciones.

Francia y Suecia insisten en que con medidas de castigo no se avanzará en la resolución de la inmigración ilegal, sino que apuestan por la lucha contra la pobreza. Mientras, que los más partidarios de la mano dura han sido Italia y Gran Bretaña.

Pese a ello, en la Cumbre de Sevilla del 21 y 22 de junio, el Ejecutivo español insistirá en su propuesta para que la discutan los jefes de Estado y de Gobierno como "texto de la presidencia".

Unanimidad

El interés español por el acuerdo se basa en que en las cumbres todo se determina por unanimidad, de hecho, una reforma importante para acordar en Sevilla sería hacer valer las mayorías y enterrar los vetos.

Luxemburgo, Francia y Suecia no aceptan la posibilidad de usar los acuerdos de asociación como arma contra los países que no cumplan sus obligaciones contra la inmigración ilegal. "No queremos un vínculo directo [de la lucha contra la inmigración ilegal] y las sanciones, queremos un enfoque más positivo", ha señalado una fuente sueca.

Los párrafos conflictivos del texto presentado son los que establecen que en caso de negativa a cumplir las obligaciones contenidas en la cláusula de cooperación en materia de inmigración "se aplicarán los mecanismos pertinentes de diálogo o de resolución de controversias previstos en esos acuerdos, que podrán incluir la suspensión del acuerdo".

El ministro alemán de Exteriores, Joschka Fischer, ha lamentado que los Quince no se hayan puesto de acuerdo. "Hubiéramos preferido que se modificara el texto de la Presidencia española para ir a Sevilla con una posición consensuada, pero la Presidencia ha preferido llevarla tal cual a la cumbre", ha declarado ante los periodistas.