La Eurocámara pide un equilibrio entre las medidas restrictivas y la integración de los inmigrantes

El Parlamento Europeo se sumó ayer a las voces críticas sobre el cariz que están tomando los mensajes políticos europeos respecto a la lucha contra la inmigración ilegal. En una resolución aprobada por la mayoría, los diputados recuerdan que los Gobiernos de los Quince tienen sobre la mesa desde hace más de dos años un plan sobre este asunto que ellos mismos han frenado, piden 'una auténtica política de asilo e inmigración' y reclaman a la presidencia española el mantenimiento de 'un equilibrio entre las medidas puramente restrictivas y la legislación que apoye la integración de los nacionales de terceros países admitidos en los Estados miembros de la UE'.

En esa misma resolución sobre las prioridades de la Cumbre de Sevilla de la próxima semana (aprobada por 341 votos a favor, 64 en contra y 42 abstenciones), los diputados eliminaron cualquier alusión a Eurodac, el sistema de identificación propuesto para fichar a los inmigrantes ilegales mayores de 14 años, e incluyeron, sin embargo, su disconformidad con la propuesta del Partido Popular Europeo de vincular la ayuda al desarrollo con los países de origen de la inmigración.

Esta propuesta partía también de algunos Gobiernos europeos y, sobre todo, de la presidencia española. 'Hemos querido dejar bien claro que inmigración y ayuda al desarrollo son cuestiones bien distintas', explicaba ayer Anna Terrón, diputada socialista. El punto no obtuvo el apoyo del PPE y fue aprobado por 245 votos a favor, 205 en contra y 10 abstenciones.

Tal resolución parlamentaria se sitúa, en general, en la línea de los llamamientos hechos estos días por la organización de derechos humanos Amnistía Internacional y el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, que han pedido mesura en las medidas contra la inmigración ilegal y que han alertado sobre el riesgo de que se termine imponiendo la idea de una Europa fortaleza frente a unos flujos migratorios que son positivos para la UE.

Durante el debate celebrado en el plenario el día anterior, las voces críticas contra la forma de afrontar la inmigración fueron más virulentas. La propia Terrón puso de relieve la falta de contenidos de las propuestas de la presidencia española frente a unas políticas definidas por la UE en la Cumbre de Tampere (octubre de 1999), en las que no se ha avanzado. 'Están ustedes sustituyendo la adopción de legislación y políticas para gestionar los flujos migratorios por la redacción de comunicados de prensa que contribuyen a crear un clima problemático', concluyó Terrón. Los liberales y la Izquierda Unida Europea se unieron a las críticas socialistas. 'Sería deseable', dijo Salvador Jové, de IUE, 'que el próximo Consejo de Sevilla no se centrase exclusivamente en los aspectos policiales y regresivos, sino que se tengan muy en cuenta los aspectos positivos de la inmigración'. Para el Parlamento Europeo es necesario que el Consejo (los Gobiernos de los Quince) 'redoble sus esfuerzos para establecer una política europea común de inmigración y asilo de acuerdo con el Consejo Europeo de Tampere', que preveía salvaguardas respecto a los derechos y libertades fundamentales.

Por lo demás, la Eurocámara aplaude la propuesta de Bruselas de establecer un cuerpo europeo de guardias fronterizos para asistir a las policías nacionales en el control de la inmigración ilegal.