Sharon acelera la ocupación de Cisjordania con ataques en Hebrón, Nablús y Jenin
El ejército irrumpe en el domicilio del ministro palestino de Información.- La operación Muro de Defensa entra en su segunda semana pese a las advertencias de Bush.- Los soldados prometen respeto a los palestinos atrincherados en Belén si se rinden
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, ha desoído las palabras del presidente de EE UU, George Bush, que ayer le pidió una retirada y ha acelarado la ocupación de la Cisjordania que aún no está bajo el control de las tropas israelíes. La ofensiva se extiende hoy a Jenín, Nablús, Hebrón y Belén, donde los soldados han prometido respetar a los 200 palestinos atrincherados en la Basílica de la Natividad si se rinden.
En una vuelta más de tuerca en la ocupación, el Ejército israelí ha irrumpido en la casa del ministro palestino de Información y Cultura, Yasir Abbed Rabbo, en El Bire, a la entrada de Ramala, según ha relatado el propio ministro a France Presse.
"No he sido arrestado", ha declarado Abed Rabbo, desmintiendo los rumores acerca de su detención. "Han irrumpido en la casa y ya se han ido", ha dicho, añadiendo que los soldados no le han dado ninguna explicación. A su juicio, "ha sido para demostrar que no existe la inmunidad para los líderes palestinos. La operación ha sido más un mensaje político que un registro de seguridad".
Con acciones como ésta, la ofensiva no sólo no se ha detenido tras la intervención de Bush, sino que se ha intensificado con un sólo objetivo: acabar cuanto antes la reocupación de los territorios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) ante la creciente presión internacional, como han reconocido esta mañana varios portavoces militares.
Según éstos, el Ejército necesita "otras tres semanas" para completar la primera fase de esta operación, y "cuatro adicionales para cumplir todos sus objetivos y que sea efectiva". No obstante, los observadores coinciden en que ese plazo es demasiado largo y que en definitiva serán las presiones de la comunidad internacional las que determinen el futuro de esta ofensiva israelí.
Así, la operación Muro de Defensa ha entrado esta madrugada en su segunda semana con un balance de más de 117 muertos -97 palestinos y una veintena de israelíes- con el Ejército en seis de las ocho ciudades de Cisjordania y con 900 milicianos detenidos.
Uno de los lugares atacado en las últimas horas ha sido el campo de refugiados de Jenín, en el norte de Cisjordania. Seis palestinos han resultado muertos por el lanzamiento de un misil en la aldea de Toubas, cerca de Jenín. El ataque iba dirigido contra la casa de un activista relacionado con el atentado de Netania que costó la vida a 26 israelíes la semana pasada. También un policía palestino y un militar israelí han resultado muertos en los enfrentamientos. Además tres palestinos acusados de colaborar con Israel han muerto a tiros tras ser sacados de la prisión en la que se encontraban por un grupo de hombres armados.
Además, las tropas han redoblado su presión sobre Nablús, donde al menos 14 palestinos -uno de ellos un civil desarmado- han muerto en los enfrentamientos, que han provocado además 24 heridos, seis de ellos graves.
Allí, el Ejército de Israel ha volado esta mañana varias casas para facilitar la entrada de sus tanques y ha tratado de asaltar los campos de refugiados de Al Askar y Balata, aunque la resistencia palestina se lo ha impedido. Ambos campos están rodeados de tropas, que preparan un segundo asalto.
Además, a mediodía han comenzado a bombardear con helicópteros Apache la ciudad bíblica de Hebrón, situada a 40 kilómetros de Jerusalén, donde las tropas han comenzado a penetrar esta madrugada. De confirmarse el control de esta localidad la única gran ciudad que continuaría bajo el control de la ANP sería Jericó.
Otro punto caliente de la ofensiva israelí es la ciudad cisjornada de Belén. Cerca de la Basílica de Natividad, rodeada por el Ejército y en la que están atrincherados 200 palestinos desde hace tres días, se han escuchado seis fuertes explosiones, seguidas de intensas ráfagas de disparos procedentes de las inmediaciones de la iglesia.
Mientras, el Ejército ha permitido la salida de cuatro frailes franciscanos que se encontraban en el interior del templo, atendiendo a su delicado estado de salud y a las presiones del nuncio del Vaticano, Monseñor Pietro Sambi.
El Ejército israelí ha vuelto a exigir esta mañana a los que salgan del edificio y les ha prometido que, de rendirse, "serán tratados con respeto".
El Ejército de Israel acaba de asegurar que en el interior de la Basílica están los responsables del atentado suicida en el centro de Jerusalén, registrado hace dos semanas y que costó la vida a dos israelíes, por lo que se teme un recrudecimiento de los ataques.
En una entrevista telefónica con la radio pública polaca, el franciscano Seweryn Lubecki ha explicado que "entre los palestinos hay un grupo de unos 10 ó 15 activistas armados que vigilan todas las puertas y los pasillos y afirman que se defenderán con todos los medios en caso de asalto".
Además, a unos 300 metros de la iglesia han sido encontrados los cuerpos de siete palestinos, presuntos colaboradores de Israel y abatidos el lunes pasado.
En otro frente de la guerra, el libanés, fuerzas del Ejército de este país han detenido en el sur de su país a seis palestinos, miembros del Frente popular para la liberación de Palestina (FPLP), que tenían en su poder misiles tierra-tierra Grad, de fabricación rusa.
Además, la guerrilla del Partido de Dios libanés (Hizbolá) han disparado hoy proyectiles de artillería contra objetivos israelíes, según ha informado la radio pública de Israel, que no ha ofrecido datos sobre víctimas.
La impotencia de la ONU
Dando muestras de su impotencia para resolver el conflicto de Oriente Próximo, el Consejo de Seguridad de la ONU ha aprobado esta madrugada una resolución, la 1403 en la cual exige la aplicación de la anterior, la 1402, en la que vuelve a reclamar insistentemente a Israel que se retire de las ciudades palestinas ocupadas.
Dado que la primera resolución no ha provocado ninguna reacción en el Gobierno israelí, que ha decidido continuar su ofensiva, la ONU no ha podido hacer otra cosa que no sea la de insistir en la misma reclamación. Además, el Consejo de Seguridad de la ONU ha emitido un comunicado en el que se muestra "profundamente inquieto" por el cariz que están tomando los acontecimientos y, por unanimidad, ha respaldado la misión de Powell a la zona.
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