Los palestinos denuncian el bombardeo de una puerta de la basílica de Belén

El Ejército de Israel ha bombardeado la puerta trasera de la Basílica de la Natividad de Belén, donde se refugiaron hace dos días 200 milicianos palestinos, según han afirmado fuentes de la seguridad palestina. Un periodista de la agencia AFP sobre el terreno ha confirmado la información. La agencia Reuters, por su parte, informa de que testigos presenciales han oído "explosiones" cerca del templo.

La noticia ha sido confirmada por el padre Anthony Salman, desde el interior del recinto. "Lo único que falta es que empujen la puerta principal con el pie y entren", ha añadido el religioso.

Sin embargo, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí ha desmentido hoy "categóricamente" el ataque y lo ha atribuido a "otra provocación de la propaganda palestina".

Un portavoz militar israelí ha asegurado que los soldados se han limitado a volar con explosivos varias puertas de viviendas que rodean la Basílica y ha confirmado que se registran intensos combates alrededor de la Iglesia porque los 200 milicianos palestinos refugiados en el templo intentan huir.

Israel amenaza con entrar en la Basílica de la Natividad para apresar al grupo de milicianos palestinos que se refugiaron anteayer por la tarde en este emblema de la cristiandad de Belén.

El patriarca católico de Jerusalén, Mgr Michel Sabbah ha afirmado que los palestinos, que según él han abandonado sus armas, se benefician del derecho de refugiados dentro del edificio rodeado por los soldados israelíes. Dos palestinos han muerto por disparos de los soldados que asedian la basílica.

La situación de los refugiados dentro del templo es cada vez más precaria, según el testimonio del gobernador de Belén, que también permanece desde ayer en el interior de la Basílica. Los refugiados, decenas de milicianos armados que se niegan a rendirse y habitantes civiles, se encuentran sin agua, sin luz y sin comida. Con ellos conviven una treintena de religiosos y cuatro religiosas en medio de una fuerte tensión.

Por otra parte, agentes especiales de Estados Unidos han rescatado esta madrugada, con la ayuda de tropas israelíes, a 14 extranjeros, nueve de ellos estadounidenses, que habían quedado atrapados en un hotel de Belén.

La toma de Nablús

Mientras tanto, las tropas israelíes han continuado la ofensiva contra las poblaciones palestinas. El Ejército ha tomado esta mañana el control total de Nablús y de sus tres campos de refugiados adyacentes.

Además, un militar israelí ha muerto a tiros y otros seis han resultado en un incidente con palestinos armados en el campo de refugiados de Jenin.

Con Nablús, donde viven alrededor de 180.000 palestinos, y

asciende a seis el número de localidades invadidas por tropas israelíes desde que el pasado viernes el gobierno de Ariel Sharon lanzara la operación Muro de Defensa con el objetivo de acabar con las "redes terroristas" palestinas. Belén, Ramala, Qalquilya y Tulkarem y prácticamente Yenin ya están bajo control israelí.

Además, la Fuerza Aérea israelí bombardea esta tarde objetivos palestinos en Hebrón, una de las dos ciudades aún no completamente ocupadas, tras la muerte de un agente de la Policía israelí de Fronteras en una escaramuza en esa ciudad. Poco después la agencia Reuters ha informado de que tanques israelíes han entrado en la ciudad, donde viven unos 40.000 palestinos.

De confirmarse la toma también de esta ciudad Jericó quedaría como la única localidad de importancia en poder de la Autoridad Nacional Palestina.

Nuevo foco en el Líbano

Por otro lado, Israel ha expresado a la ONU sus temores a la implicación de Siria y Líbano en el conflicto, tras los últimos ataques de la guerrilla libanesa de Hezbolá, respaldada por Siria, contra el norte del país. El ministro de Exteriores, Simon Peres, ha enviado una carta a los gobiernos sirio y libanés en la que señala que los ataques pueden traer consecuencias alarmantes para toda la región.

Las tropas de Israel continúan en las llamadas Granjas de Shaba, una área reclamada por Líbano, mientras que las Naciones Unidas dicen que forman parte de Siria.