Un informe secreto del Pentágono apuesta por un nuevo rearme nuclear
El documento señala como potenciales adversarios a los integrantes del 'eje del mal' pero también a China y Rusia
Un informe del Pentágono apuesta por el desarrollo de armas atómicas ante la posible amenaza de países como los que integran el llamado eje del mal, en lo que, según los analistas, supone un radical cambio de la política nuclear de los Estados Unidos.
Según este documento, que hoy publica en su integridad The New York Times, el Ejecutivo ha informado al Congreso de que ha pedido al Departamento de Defensa que prepare un plan de urgencia para utilizar armas nucleares contra una lista de naciones y que ese tipo de armamento es un elemento importante de la planificación militar.
El informe considera como potenciales adversarios a los tres que integran el eje del mal -Iraq, Irán y Corea del Norte-, además de Siria y Libia, e incluye también a China y a Rusia en la lista de naciones que suponen una posible amenaza, en estos dos últimos casos más por su potente arsenal nuclear que por su hostilidad a Washington.
"En el caso de que empeoren de forma significativa en el futuro las relaciones estadounidenses con Rusia, EE UU puede necesitar revisar sus niveles de fuerza nuclear y su postura", señala el informe.
El documento fue previamente divulgado el sábado por el periódico Los Angeles Times, que asegura que el Gobierno de George W. Bush ha pedido a los militares que construyan armas nucleares más pequeñas para ser utilizadas en determinadas ocasiones durante una posible guerra.
Simple "declaración de estrategia"
Fuentes oficiales estadounidenses que han preferido mantener el anonimato han querido quitar hierro al informe y han asegurado que el informe no convierte en más probable la utilización de armas nucleares por parte de EE UU y que tampoco supone un cambio en la política nuclear del país, simplemente significa una declaración de estrategia.
"Las contingencias pueden ser catalogadas como inmediatas, potenciales o inesperadas", agrega el informe, que contiene apartados secretos y no clasificados, y que fue entregado a varios comités del Congreso a comienzos de enero.
Sin embargo, John Isaacs, presidente del Consejo para un Mundo Habitable -un grupo que se dedica a vigilar la proliferación nuclear-, apunta que el documento de Defensa "incrementa enormemente el uso potencial de las armas nucleares". The New York Times asegura también que el documento implica un cambio sustancial en la política nuclear del país, que públicamente se ha mostrado a favor de reducir el arsenal que tiene de esas armas.
La noticia llega en un momento en el que Estados Unidos y Rusia están avanzando en un borrador de un acuerdo que establecería un nuevo marco de relaciones estratégicas entre ambos países, con vistas a la reunión que celebrarán en mayo los presidentes Bush y Vladimir Putin. Ambos mandatarios se comprometieron en a reducir notablemente el número de cabezas nucleares.
Estados Unidos posee unas 7.300 armas nucleares estratégicas y Rusia otras 6.000. El recorte previsto por Putin y Bush supone la reducción del arsenal de Moscú hasta unas 1.500 ojivas y el norteamericano a entre 1.700 y 2.200 cabezas atómicas.
A todo lujo en las cavernas
La imagen de los combatientes de Al Qaeda escondidos en oscuras cavernas, con el lodo hasta la cintura, mal alimentado y con la ropa hecha jirones podría estar bastante lejos de la realidad. Al menos eso es lo que cuenta esta semana a la revista Newsweek un afgano que hasta hace una semana estuvo en las cuevas donde aún resiste un reducto de Al Qaeda.
Según el testimonio de Abdul Rahman Beheshti, que recoge la página web de la revista, el complejo de cavernas en sus múltiples entradas dispone de electricidad proporcionada por paneles solares. Además, algunos muros están cubiertos de alfombras y almohadas de muselina, que amortiguan el ruido de las bombas.
Los combatientes, según él, regalan sus estómagos además con té, azúcar, harina, frutas y bombones y pueden ver la televisión y escuchar la radio.
Pero, por lo visto, la resistencia de Al Qaeda no ser conforma con ver la televisión convencional. Beheshti, rehén de los milicianos, ha contado que fue liberado por sus secuestradores al salir a instalar una antena parabólica. Y regresó ayer sábado a la cidad de Gardez con un mensaje para los americanos: los miembros de Al Qaeda no se rendirán jamás, "ellos pueden ganar la guerra o desaparecer (como) mártires".
El testigo ha precisado que la mayoría de combatientes que viven en estos túneles cercanos a la aldea de Shá-i-Kot son afganos, entre quienes se mezclan chehenos y árabes. Entre estos últimos, según él, se encontraría un "árabe de gran estatura", que no sería Osama bin Laden, pero que era tratado con consideración. "Ellos le besaban la mano", ha dicho.
Según él, el jefe de los combatientes de Al Qaeda en la región de Shá-i-Koht sería Saifur Rahman, hijo del ex ministro de Agricultura bajo el régimen talibán.
Newsweek, que subraya que no ha sido posible confirmar el relato de Beheshti, ha apuntado que daba la sensación de tener mucho miedo durante la entrevista.
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