Los argentinos reciben con un 'cacerolazo' las nuevas medidas económicas
Las calles de Buenos Aires vuelven a convertirse en el escenario de una nueva protesta en contra del plan elaborado por el Gobierno para salir de la crisis.- La policía carga contra un pequeño grupo de exaltados en la Plaza de Mayo
Miles de argentinos han vuelto a salir a la calle esta noche para protestar de nuevo, cacerola en mano, contra las medidas económicas que el Gobierno del presidente Duhalde tiene intención de poner en marcha este mismo viernes.
El principal motivo de queja son en este caso los plazos propuestos por el Ejecutivo para poder retirar de los bancos los depósitos a plazo fijo. El reintegro de estas cantidades, según el Boletín Oficial, se hará en cuotas mensuales.
Los depósitos inferiores a 10.000 pesos comenzarán a devolverse en marzo, los inferiores a 5.000 dólares se cobrarán a partir de enero de 2003, los superiores a 30.000 dólares se devolverán en septiembre del próximo año. Además, el llamado corralito se mantiene, por lo que no será posible extraer de los bancos más de 1.500 pesos mensuales procedentes de los salarios.
Esta noche, el cacerolazo ha nacido de un modo espontáneo hacia las 22.05 (2.05 hora peninsular española) en barrios como Belgrano, Montserrat, Ribadavia, Villa Crespo, Palermo, Barrio Norte y Almagro, en los que el poder adquisitivo de los vecinos es bastante alto. Los plazos impuestos para la devolución de depósitos a plazo fijo afectan especialmente a aquellos que decidieron guardar sus ahorros en los bancos.
Posteriormente, las protestas se han expandido sobre toda la ciudad, y a ellas se han unido miles de afectados por el corralito. Los manifestantes, unos 5.000, se han dirigido desde sus barrios hacia la Plaza de Mayo, como ya sucedió el 20 y el 30 de diciembre, fechas en las que acabaron dimitiendo Fernando de la Rúa y Adolfo Rodríguez Saá.
Una protesta pacífica
Las fuerzas de seguridad han reforzado el sistema de vallado en la Casa de Gobierno, en el Congreso, en la Corte Suprema y en la Plaza de Mayo, pero la protesta ha sido pacífica hasta el último momento. Después, varios centenares de personas han comenzado a mover las vallas de protección y la Policía ha comenzado a cargar contra ellas con botes de humo y pelotas de goma. Cuando ya apenas quedaba gente en la Plaza de Mayo, un pequeño grupo de unas 20 personas ha continuado enfrentándose con la Policía lanzando piedras.
Tras la fuerte respuesta policial, un grupo de jóvenes violentos, que ha destrozado a pedradas los locales de varios bancos, coches, carteles publicitarios y comercios de la avenida de Mayo, han abandonado la plaza y se han dirigido hacia la Plaza del Congreso, donde se han concentrado unas 3.000 personas. Además, se han producido saqueos de supermercados en el barrio porteño de Once.
En la Plaza del Congreso, la Guardia de Infantería ha disparado de nuevo gases y pelotas contra los miles manifestantes, que han prendido fuego a una sucursal del Banco Provincia.
Los manifestantes se han quejado esta vez, la primera bajo la presidencia de Duhalde, de no poder disponer de los ahorros que dejaron en los bancos, ya que estos no poseen dinero suficiente como para devolver los depósitos. De todos modos las protestas, que han comenzado a raíz de las últimas medidas económicas, se han ampliado, y se han lanzado gritos contra la clase política del país.
La Asociación de Bancos de Argentina (ABA) ha advertido que la atención al público "puede verse afectada" hoy viernes, cuando se levante el feriado cambiario y bancario, debido al "escaso tiempo" que han tenido las entidades para "adecuar sus sistemas a las nuevas reglamentaciones".
"Esta situación se origina en la complejidad y profundidad de los cambios que significan las normas, que debieron ser dictadas en tiempo récord por el Ministerio de Economía y por el Banco Central", ha explicado la ABA en un comunicado.
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