El grupo guerrillero Abú Sayyaf secuestra a 30 civiles y decapita a cuatro de ellos

Los guerrilleros, encapuchados y vestidos de negro, asaltaron el pueblo de Lamitan y capturaron a los civiles, ha indicado el jefe de la policía local, Ajid Dalawis, quien ha agregado que los rebeldes incendiaron un colegio en la cercana aldea de Luuk antes de huir.

Del numeroso grupo de personas que secuestraron, aparte de los cuatro decapitados, ha muerto otro como consecuencia de las graves heridas sufridas y una decena fueron liberados o lograron escapar, según el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, José Calimlim.

Según el comisario de policía de Basilán, Akmadul Pangambayán, los cuerpos decapitados de los cuatro hombres fueron descubiertos unas horas después del secuestro en el pueblo de Lamitán, cuya población es mayoritariamente cristiana. Los rehenes decapitados son Ronald Roxas, Alvin Ramírez, Elmer Tananay y Christian Cristóbal.

Los secuestrados fueron conducidos a la localidad musulmana de Tuburan, según ha indicado el jefe de la policía de la provincia, el comisario Akmadul Pangambayan.

Ian Rebollos, de 17 años, que logró escapar, ha declarado que los captores afirmaron pertenecer a la banda del dirigente de Abu Sayyaf Ghalib Andang, conocido también como Comandante Robot.

Abu Sayyaf mantiene secuestradas desde el pasado 27 de mayo a otras 22 personas, entre ellas tres estadounidenses, en la isla de Basilan, feudo histórico del grupo integrista.

El grupo separatista surgió en 1991 para luchar por el establecimiento de un estado islámico independiente al sur de Filipinas y se dio a conocer internacionalmente el año pasado cuando secuestró a 21 personas durante más de cinco meses, entre ellas diez turistas, en la isla malasia de Sipadan.

En un intento de acabar con este grupo extremista, la presidenta filipina, Gloria Macapagal Arroyo, ordenó a mediados del mes pasado una campaña conjunta del Ejército y la Policía Nacional.

La campaña incluye detenciones en las sureñas islas de Basilan, Joló y Tawi-Tawi, así como en la ciudad de Zamboanga (Mindanao), destinadas a limitar el apoyo logístico a Abu Sayyaf.

Según fuentes militares, desde el inicio de esta operación han sido detenidos más de un centenar de militantes y simpatizantes del grupo extremista, que, al parecer, dispone de un millar de hombres armados.