_
_
_
_
TRABAJAR CANSA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El difícil arte de no resultar detestable

Estamos todos de acuerdo en que la alternancia política es la base de una democracia saludable, pero a ver ¿cómo se hace eso si no es con gente que cambia de voto?

Juanma Moreno, del PP, es felicitado a las puertas de la sede del partido en Sevilla el pasado 19 de junio, tras lograr el mejor resultado de la historia del PP en Andalucía en votos y escaños.
Juanma Moreno, del PP, es felicitado a las puertas de la sede del partido en Sevilla el pasado 19 de junio, tras lograr el mejor resultado de la historia del PP en Andalucía en votos y escaños.José Manuel Vidal (EFE)
Íñigo Domínguez

La nave Perseverance, paseando el otro día por Marte, encontró algo tirado en el suelo: un trozo de papel de aluminio. Como en una cuneta, que es un universo en sí mismo de objetos raros (¿de dónde salen todos esos zapatos solitarios?). Lo primero que pensé es que sería de un bocadillo de alguien, pero en Marte no puede ser, a menos que haya marcianos escondidos aguantando a base de bocatas. No, la NASA dice que es de una misión anterior. Parece una tontería, pero quiere decir que ya estamos empezando a ensuciar otro planeta. Esto es una de las cosas más reconocibles de nuestra especie, su capacidad de guarrearlo todo. Una vez vi una obra en una exposición que consistía en una gran sala vacía con un montón de desperdicios y una escoba, y se podía barrer de aquí para allá. El título era: “Limpiar solo es mover la porquería de sitio”. Qué gran verdad. Creo que incluso se podría desarrollar el concepto políticamente.

Pero antes quiero fijarme en otro momento revelador de esta semana, pero de pureza cristalina. Esa escena en una piscina de Budapest que parecía un fresco del Renacimiento. En un fondo azul celeste, una nadadora acude volando como un ángel a salvar a otro caído, alargando su brazo como en la Creación de Miguel Ángel. Qué movimiento tan hermoso, tan preciso y lleno de sentido. No podía parar de mirarla, te daban ganas de escribir una poesía.

Nada de esto nos sorprende, es parte de la maravilla del ser humano, lo mejor y lo peor. Ahora bien, hay algo típicamente nuestro, cambiar de idea, que cuando sucede en unas elecciones siempre causa un asombro mayúsculo, como en Andalucía. Los giros electorales se observan como fenómenos contra natura, sobre todo quien pierde. Está claro que hay gente que es de derechas o de izquierdas todo el rato, pero a mí me tranquiliza que también haya muchas personas capaces de cambiar de voto según cómo vayan las cosas. Entre otras razones porque yo no soy tan capaz. Soy más de quedarme en casa, que eso ya hace, pero siento que esos ciudadanos son más maduros, como que se preocupan más. Aunque sea sin esperar demasiado. Deben de saber que con los gobiernos el truco es irlos cambiando.

Estamos todos de acuerdo en que la alternancia política es la base de una democracia saludable, pero a ver ¿cómo se hace eso si no es con gente que cambia de voto? Son los que lo hacen posible. Todo el mundo votando siempre lo mismo eternizaría los gobiernos. Si había que relevar a González en 1996 después de cuatro legislaturas, y no renovar a Aznar en 2004 tras el 11-M, ocurrió porque muchos votaron al revés que la vez anterior.

Ahora, tal como está el patio, votar al de enfrente es un sacrilegio, porque si sus ideas son tan intolerables supone fusilamiento al amanecer. Algo comentaron en un chat militar. En realidad, era algo asumido con el bipartidismo, y lo curioso es que hoy, con más opciones, se ha convertido en algo inconcebible. La aparición de equipos B en cada bando ha hecho más difícil cambiar de lado, te puedes quedar en el tuyo votando a otro. Pero lo cierto es que así no se cambia mucho, luego se juntan y puede ser peor. De hecho la mayoría de los andaluces han dicho que prefieren al PP solo, que si no es un lío. El truco, para los políticos, parece ser no resultar completamente detestable a quien piensa distinto. No es ninguna novedad, pero es que llevamos unos años en que se especializan en lo contrario, y qué bien lo hacen, la verdad, eso hay que reconocérselo.

Apúntate aquí a la newsletter semanal de Ideas.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Íñigo Domínguez
Corresponsal en Roma desde 2024. Antes lo fue de 2001 a 2015, año en que se trasladó a Madrid y comenzó a trabajar en EL PAÍS. Es autor de cuatro libros sobre la mafia, viajes y reportajes.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_