Enredo en dos idiomas
Cotejar las versiones de la carta de Sánchez a Mohamed VI permite deducir que fue redactada en francés
Las dos versiones, en español y en francés, de la carta enviada el 14 de marzo por Pedro Sánchez al rey de Marruecos contienen aspectos interesantes desde el punto de vista lingüístico. Y al cotejarlas, deducimos que se redactó primero en francés, y que después la vertió al castellano alguien que se dejó influir por el previo texto en el otro idioma.
El hecho de que se elaborase antes en la lengua que la diplomacia marroquí suele usar con países de la UE se aprecia muy bien en esta frase: “J’espère que nos deux ministres definiront une date”, que en la versión española se traduce literalmente: “Espero que nuestros dos ministros definirán una fecha”. Sin embargo, en castellano escribiríamos: “Espero que nuestros dos ministros definan una fecha”, por el juego del subjuntivo. Decimos “espero que vengas”; no “espero que vendrás” (que sí sería correcto en francés).
En otro momento hallamos en la versión francesa el verbo approfondir, que se traduce al español con un uso muy extendido entre nuestros políticos, pero inadecuado. En este caso, la carta propone “profundizar la relación”. Pero en castellano no es posible profundizarla, sino profundizar en ella, porque ahí no funciona la paráfrasis causativa (apartados 8.10h-j de la Nueva Gramática): “Profundizar” significa entrar en algo con profundidad, como un cuchillo profundiza en la mantequilla sin que por eso se haga más honda. Si acaso, podríamos poner más mantequilla.
Por otro lado, en la traducción española el presidente trata al monarca alauí con el plural mayestático: “Vuestra majestad”, “os aseguro”...; pero luego le dice por las buenas “tiene mi garantía” (en vez de “tenéis”) y “le ruego acepte” (en lugar de “os ruego aceptéis”). Eso da otra pista de que la carta original fue escrita en francés, porque en aquel idioma sirve la misma fórmula para los dos tratamientos. Es decir: “Je vous assure” vale para “yo os aseguro, majestad” y para “yo le aseguro, majestad.
La traducción española refiere que ambos países se hallan unidos por “unos afectos, una historia, una geografía, unos intereses y una amistad comunes”. Pero en francés este último adjetivo se usó en singular: une amitié commune. Tiene más sentido el texto en español, al hacer “comunes” todos los sustantivos precedentes; y ninguno el texto en francés, porque la amistad o es común o no es amistad.
Sin embargo, una frase agramatical en español (“España considera que la propuesta marroquí de autonomía como la base más seria, creíble y realista”) está bien en la versión inicial, sin ese “que”.
Asimismo, se lee un correcto ensemble en francés que se traduce como “juntas”, cuando procede “juntos”. Claro, en francés ensemble, es común en cuanto al género; pero se eligió el que no tocaba. Lo mismo que el verbo être sirve para “ser” y para “estar”, y en otro pasaje se toma igualmente la opción errónea.
En los dos idiomas se observan puntuación inadecuada y reiteraciones molestas. El autor repite en poco espacio “nuestros dos países”, “importancia”, “Marruecos” y “cooperación”, en este último caso diciendo “la cooperación gestión” (en francés se escribió “la cooperación para la gestión”). Y en la versión española (en la francesa está correcto) se cita al “Ministro de Asuntos Europeos, Unión Europea y Cooperación” (en vez de “ministro de Asuntos Exteriores…”).
En resumen, todo da idea de unos textos redactados deprisa y corriendo, y revisados por ojos inexpertos en traducción, gramática y, sobre todo, estilo. Lo cual no deja de representar también un estilo.
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