Marky Ramone y Clem Burke, memorias de dos leyendas del punk: “La fama no tiene mucho de negativo: siempre le sigue el dinero”
Los baterías de las históricas bandas Los Ramones y Blondie aterrizarán en la isla de Ibiza para pinchar juntos, por primera vez, la música que influyó en sus vidas (y en las de millones de admiradores)
Pueden presumir de ser dos de los mejores baterías de la historia de la música. Marky Ramone (Nueva York, 69 años) lo ha sido en Los Ramones en dos épocas diferentes. Clem Burke (Nueva Jersey, 67 años) fue uno de los fundadores de Blondie y con ellos sigue en activo, pero también ha tocado con Eurythmics y los Ramones. Sus trayectorias personales y profesionales se entrecruzan: crecieron en el Nueva York de los cincuenta, se educaron con la música en directo de los míticos clubes nocturnos de la ciudad en los setenta, alcanzaron el cénit de sus carreras al entrar en el Salón de la Fama del Rock and Roll (Ramone en marzo de 2002, Burke en marzo de 2006) y con sus bandas marcaron tendencia en la moda urbana de la época y dejaron una estampa que llega hasta nuestros días.
Ambos bateristas participan en esta charla desde Nueva York. Allí calientan motores para sus próximas actuaciones, que les llevarán a reunirse por primera vez en su carrera en el festival Contrastibiza en mayo, donde pincharán durante la puesta de sol la música que les ha influido a lo largo de su trayectoria. O sea, la que hizo que ellos creasen a su vez esa que ha influido a millones de personas.
La próxima vez que se vean será en Ibiza, ¿no?
Marky Ramone: Sí, un lugar maravilloso.
Clem Burke: Puede que nos encontremos antes por la calle en Nueva York.
M.R.: Clem, ¿Estás en Nueva York?
C.B.: Sí, estoy en Nueva York ensayando para la gira de Blondie. Tenemos que tocar en Reino Unido. Ahora mismo estamos trabajando en la nueva música.
M.R.: Justo he vuelto de una gira por Sudamérica, ha sido increíble. Los críos en el público se lo pasaron en grande.
Van a pinchar en la meca mundial de la música electrónica tras toda una carrera tras la batería. Marky, ¿cómo nació su larga relación con las baquetas? Tengo entendido que se formó su propia batería pieza a pieza.
M.R.: Sí, no tenía una y la construí yo mismo. Empecé a los 12 años a reunir las piezas. Después empecé a tocar y tocar durante todo el día.
Algunas de sus influencias fueron los Beatles.
M.R.: Sí, la British Invasion en 1964, después los Who en 1965. Después me fijé en los baterías más contundentes de la British Invasion como Keith Moon y luego, claro, también está Hal Blaine. Estas eran mis influencias de niño. Cuando escuché el principio de Be my baby y esos drum fills que hizo, me interesé mucho en su manera de tocar la batería y ya la mantuve el resto de mi vida
C.B.: Creo que mi generación entera se vio influida por los Beatles porque los veíamos en la televisión cuando éramos básicamente críos. En Estados Unidos fue un espectáculo que vio todo el mundo, por la noche las familias lo veían reunidas. Para los jóvenes impresionables, tanto para chicos como para chicas, los Beatles realmente revolucionaron nuestras vidas y fueron una gran influencia.
La entrada de Burke en Blondie llegó tras leer un anuncio en la prensa en marzo de 1975. Gracias a él conoció a Debbie Harry, vocalista de la banda, icono de estilo y precursora de las bandas de punk rock femeninas como Blondie con la que obtuvieron un éxito abrumador (se calcula que han vendido más de cuarenta millones de discos). La banda, sin embargo, decidió parar a principios de los ochenta cuando estaban en la cima del éxito y no volvió a reunirse hasta 1997. Los comienzos de Marky en la música arrancaron con la formación de su primera banda Dust en 1971. Por aquel entonces empezó a frecuentar el local de música en directo CBGB, en Nueva York. Los Ramones ya tocaban por aquel entonces hasta que en 1978 el batería, Tommy, abandonó. Marky conocía a la banda de verse en el local y tras hacerle una prueba, le aceptaron como miembro del grupo hasta que en 1982 lo dejó para acudir a rehabilitación.
Ambos empezaron tocando con bandas en el mítico club CBGB. ¿Qué recuerdos tienen de aquello? ¿Cómo era el paisaje habitual del local en aquellos años?
M.R.: Me gustaba la ciudad entonces. En esos momentos estaba sumida estaba en un caos financiero y huelgas y de repente había un sitio en el que todo el mundo podía ser lo que quería. En aquella época toqué con Wayne County, Richie Hell, The Voidoids o los Ramones. Era como un hogar, donde te hacías dueño de tus habilidades. Después ya nos fuimos haciendo más grandes y seguimos adelante.
¿Queda algo de ese Nueva York?
C.B.: Creo que la actitud del punk rock. Creo que eso ha seguido en Nueva York y en el mundo en general. Se ve en la forma en la que miras la vida. Yo creo que aprovechamos las oportunidades que había entonces. Recuerdo otro de los grandes locales, el Club 82, donde toqué con mi banda, donde vi por primera vez a The Stilettos, también vi a Marky tocando con Wayne County.
Supongo que en aquella época se cruzaron en muchas ocasiones.
M.R.: Sí, todo el mundo se encontraba. Era como competición muy sana. Cada uno sonaba diferente, pero teníamos amigos en común, había mucho respeto entre todas las bandas.
C.B.: Sí, era como una escuela de rock.
¿Fue en esos días cuando le invitaron a entrar en Los Ramones?
M.R.: Sí, estuve tocando al principio con ellos tres años y medio. Fue Dee Dee (compositor y bajista) quien se me acercó primero, antes que el resto. Tenía que preparar cuatro canciones para tocarlas a su estilo en poco tiempo y ya está.
C.B.: El local, el CBGB, era un sitio de trabajo en el que podíamos tocar y cometer errores, cometer muchísimos errores, algunos quedaron hasta grabados en vídeo. Era como un taller para aprender a tocar en el escenario. Mucha gente practicaba la guitarra o la batería como si estuviera en su habitación, pero realmente tocaba en público. Todo el mundo iba a ver tocar a otros, a tomar influencias de otros. Probablemente a mí me influyó mucho ver a Marky tocar la batería y a Debbie [Harry] le influyó ver cantar a Joey Ramone.
¿Creen que fue una época más libre en ciertos aspectos con respecto a lo que vivimos ahora?
M.R.: Puedo decir lo que siento: creo que la gente estaba menos asustada de decir lo que pensaba. Ahora lo hace en las redes sociales. Antes podías decir sin problemas que eras liberal o de derechas, o que eras una cosa o la otra. Podías decir lo que sentías. Nosotros expresamos lo que pensábamos en ese momento con nuestra música.
Marky, cuando tuvo que dejar la banda para ir a rehabilitación. ¿en qué se apoyó para conseguirlo?
M.R.: Tenía que hacerlo. No podía seguir. Me fui y entré en las reuniones de Alcohólicos Anónimos, donde conocí a mucha gente. Cualquiera te puede aconsejar cómo abordarlo, yo no soy ningún predicador, pero tú ya sabes cuando parar es lo mejor para ti. Hablé mucho con mi psiquiatra en los encuentros que manteníamos sobre la necesidad de tener trabajos normales para poder enfrentarme a la situación. Me metí en el mundo de la construcción, hice casas, instalé puertas y cosas así. El tiempo pasaba y un día escuché que el otro batería había dejado la banda, me llamaron y me dijeron si quería volver. Fui al estudio y de repente estaba de nuevo en el grupo. Ahora, cuando miro atrás, estoy feliz de haber atravesado todo ese viaje y estar sobrio.
Durante la ausencia de Marky su puesto en la banda fue ocupado por Richie Ramone, que dejó la banda poco después por desavenencias con el resto de componentes debido al reparto de beneficios. Cuando Richie se fue, los Ramones pidieron a Clem Burke que se uniera a la banda para tocar. Lo hizo bajo el nombre de Elvis Ramone, pero no ensayaron lo suficiente y tras dos conciertos acabó por dejar el grupo. Marky regresó en 1986 y se quedó hasta el final de la banda, que en 1996 ofreció su último concierto en Los Ángeles. Burke se ocupó en otros grupos como Eurythmics (con el que grabó dos discos) y The Go-go’s durante el parón de Blondie durante casi dos décadas. También giró con la cantante Nancy Sinatra.
Clem, es curiosa su vinculación con bandas lideradas con mujeres.
C.B.: Hay muchos puntos comunes entre Blondie y Eurythmics. En Blondie están Debbie y Chris [Stein] como pareja, en Eurythmics estaban Dave Stewart y Annie Lennox, que han roto como pareja pero siguen creando. Estaba en Londres y me invitaron a ir a Alemania a grabar su primer disco In The Garden con el productor Conny Plank, que también produjo a Kraftwerk y a Can. Para mí fue muy especial trabajar con Conny, por su trabajo en Kraftwerk. Ellos fueron una influencia en Heart of Glass, ya que de alguna manera estábamos experimentando con la música electrónica. Recientemente he hecho una breve gira con The Go-go’s. Lo mejor de tocar con ellas es que era el chico más guapo de la banda. Me lo pasé muy bien. Acaban de entrar en el Salón de la Fama. Blondie, Ramones... todos estamos en el Salón de la Fama. En todos los conciertos se agotaron las entradas. También he salido de gira con Nancy Sinatra. Es curioso, porque ella nació en el norte de Nueva Jersey, como yo. Sí, creo que tengo muy buena sintonía con las bandas de mujeres.
¿Qué más les queda por conseguir?
M.R.: Creo que es suficiente. El Salón de la Fama, los Grammy, premios MTV… Es maravilloso, te hace feliz que reconozcan tu trabajo.
C.B.: A mí me gustaría tener un Grammy con Blondie. Hemos estado nominados, pero no nos lo dieron. Yo tengo un Grammy con Eurhythmics, pero me gustaría ganarlo con Blondie. Nunca se sabe. Estoy pensando que Will Smith me podría llamar para darme su Oscar, ya que está avergonzado de lo que ha pasado.
M.R.: ¡Más te vale llevar guantes de boxeo!
C.B.: Fue una locura, como si el mundo ya no estuviera suficientemente loco para que encima pase esto. ¿Cómo alguien puede estar a favor de pegar a otra persona?
Algunas personas consideraron las palabras de Chris Rock ofensivas al referirse a una situación personal.
M.R.: ¡Pero no te subes al escenario y le das una bofetada! En todo caso, lo pillas por banda al final de la gala.
C.B.: Hay mucha negatividad. Ricky Gervais hacía bromas de todo el mundo cuando presentaba los Globos de Oro, era un humor muy oscuro. No creo que nadie tenga que hacer lo de Will Smith, fue demasiado.
Marky, ¿estaba usted preparado para que los Ramones se acabaran? ¿Los echa de menos?
M.R.: Creo que si una banda hace un parón durante 20 o 25 años y decide volver, nunca serán tan buenos como lo fueron. Si paras, paras, como hicimos nosotros en 1996, era el momento justo. Si todos estuvieran vivos y nos propusieran volver, no creo que lo hiciéramos.
C.B.: ¿Crees que Dee Dee y tú os hubierais animado a formar otro tipo de grupo?
M.R.: No lo sé. Dee Dee estaba metido en otro tipo de música.
C.B.: Hacía música rap, ¿no?
M.R.: Sí, creo que igual habría continuado por esta senda, música en la cual no estoy metido, hay gustos para todo el mundo. Lo único que yo quiero es mantener vivos los temas de los Ramones, estas canciones son demasiado buenas como para que nadie las toque.
Blondie regresó en 1997 por todo lo alto gracias al sencillo Maria. Clem, ¿esperaban el gran éxito que tuvo?
C.B.: No sabíamos qué esperar. Cuando decidimos volver y hacer un álbum, naturalmente sabíamos que había mucha gente interesada en escucharnos. Hicimos una gira unos meses antes de lanzar María. Creo que fue un gran trabajo para el lanzamiento del álbum, tuvimos mucho éxito con Maria alrededor del mundo y creo que fue una gran manera de volver y tener otro éxito. Fue una gran experiencia retomar la banda en ese momento. Pero nunca lo sabes, no siempre sale bien.
¿Cuál ha sido el mejor momento de sus carreras?
M.R.: Salir en Los Simpson.
C.B.: Cuando tenía una banda en el instituto, en Nueva York. Con 14 años toqué en un programa de pequeñas bandas en el Carnegie Hall.
¿Cuál creen que es la parte más negativa de la fama?
C.B.: No creo que haya nada demasiado negativo. Mucha gente sabe que con la fama viene el dinero. Tuvimos mucho apoyo de la compañía de discos. Y de repente te ves con 22 años, unas gafas de sol y con tus padres muy orgullosos.
M.R.: El hecho de haber salido en [la comedia musical de 1979] Rock n Roll High School (risas)
¿Cómo de importante creen que ha sido la contribución de sus bandas de música a la moda?
C.B.: La ropa que llevamos en la portada del Parallel Lines en su momento estaba totalmente out: las corbatas estrechas, las americanas negras apretadas... nos duchábamos con las prendas porque así encogían. A lo largo de los años muchas cosas se han convertido en iconos, pero creo que ahora las palabras icónico o legendario se utilizan demasiado.
M.R.: A los jóvenes hoy les gusta el hecho de que te puedes poner una chupa de cuero, unos vaqueros gastados y unas zapatillas Converse. Sin tonterías. Yo siempre me vestí así, ya cuando era un crío en Brooklyn, y también los otros Ramones. Éramos la antimoda. Cuando a los tejanos se les hacían agujeros no nos importaba, y con el paso del tiempo, los tejanos rotos se convirtieron en moda. Cuando veíamos a los fans vestidos como nosotros sabíamos que algo pasaba, era muy guay.
¿Cómo ven el panorama musical actual? ¿Qué banda les hace poner el reproductor de música?
M.R.: Tengo un programa en SiriusXm [Marky Ramone’s Punk Rock Blitzkrieg] en el que pincho música punk de los setenta a los noventa. Aún estoy esperando que salga algo bueno. Siempre está al caer, pero no lo veo. En este momento voy para atrás: escucho a Jerry Lee Lewis, Chuck Berry, Fats Domino, Roy Orbison...
C.B.: Me gustan mucho The Linda Lindas, unas chicas que son una sensación en Youtube y me recuerdan a The Go-go’s. Estoy escuchando mucho al David Bowie de los sesenta. Algunas veces me es difícil encontrar música actual, porque The Killers o The Strokes me parecen nuevos pero te das cuenta de que llevan más de 20 años de carrera. El nuevo disco de Johnny Marr, que es un invitado especial de nuestro nuevo tour y es un gran músico, es muy bueno. Estoy, como ha dicho Marky, volviendo también atrás con Little Richard y Roy Orbison.
M.R.: En la música siempre hay algo para todo el mundo.
Puedes seguir ICON en Facebook, Twitter, Instagram, o suscribirte aquí a la Newsletter.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.