Gae Aulenti: el pensamiento disruptivo era ella
Una exposición en la Triennale de Milán repasa la obra de esta polifacética arquitecta, que comprende desde el diseño de museos, ‘showrooms’ e interiores a piezas de mobiliario e iluminación, espacios públicos y escenografías
Una lámpara con un cuerpo telescópico, para poder conseguir diferentes alturas de la luz; Otra híbrida, que es a la vez florero y cenicero; Y otra de vidrio soplado dentro de una malla de metal… Solo a través de una pequeña selección de sus lámparas: la Pipistrello, la Rimorchiatore y la Patroclo, ya se percibe la estructura de pensamiento de Gae Aulenti. Una creadora nada convencional; Experimental, rompedora y avanzada, pero, a la vez, una expresión de su época.
Gae Aulenti (1927-2012) fue una de la figuras más relevantes y prolíficas de su tiempo. O quizá sería más correcto decir, de sus tiempos, porque su carrera se expandió a lo largo de seis décadas en las que tuvo la oportunidad de hacer de todo y más. Sin repetir fórmulas, creatividad en estado puro desde cero con cada proyecto. Como dice Paola Antonelli, senior curator del departamento de Arquitectura y Diseño del MoMA: “La característica común (entre todos los diseños de Gae Aulenti) es que no hay una característica común. Siempre he admirado mucho esto del eclecticismo porque el estilo puede ser una cárcel”. Antonelli conversa en estos términos sobre el legado de Gae Aulenti con la escritora especializada en diseño, Alice Rawsthorn, en uno de los podcasts de la serie que la Triennale de Milán ha lanzado con motivo de la exposición.
Arquitecta de formación, Gae Aulenti se licenció en el Politécnico de Milán en 1953, por lo que formó parte de todas las escenas milanesas posibles desde ese momento y hasta el final de su carrera, y su vida, en 2012. Y fueron muchas, porque Italia a lo largo de aquellas décadas se construyó una posición dominante en el mundo del diseño, tanto a nivel de producción como de pensamiento, especialmente por cómo desde el ámbito industrial se apoyaba toda idea que salía de las cabezas de sus arquitectos o diseñadores, por muy radical o experimental que fuera.
En este contexto, Gae Aulenti fue coetánea de figuras en ejercicio como Livio, Piero y Achille Castiglioni, Mario Bellini, Vittorio Gregotti, Aldo Rossi, Franco Albini y Carlo Mollino. Una escena muy típica de entonces, protagonizada sobre todo por el género masculino, pero en la que ya destacaban referentes femeninos muy relevantes como Franca Helg, Anna Castelli Ferrieri o Cini Boeri.
Gae Aulenti empezó a trabajar en 1955 en la revista de diseño Casabella, una publicación importante en el debate arquitectónico de la época, donde estuvo hasta 1965. Esto modelaría los fundamentos de su modo de proyectar, con un enfoque que fusionaba arte, diseño y arquitectura. Un trío que aplicaría a todo: desde el pequeño objeto a una plaza pública. En estos primeros años de su carrera, formó parte del movimiento Neoliberty, una corriente en contra del racionalismo imperante en la arquitectura moderna tras la Segunda Guerra Mundial, un poco más ornamental e inspirado en el anterior estilo Liberty (pero, en realidad, nada que ver).
Muchos de sus diseños industriales, como algunas de las lámparas mencionadas, los ideó como parte de sus proyectos arquitectónicos o de interiores, que concebía como un todo y de un modo muy escenográfico. Sus diseños fueron producidos por importantes firmas como Artemide, Fontana Arte, Kartell, Knoll, Martinelli Luce o Poltronova, entre otras empresas. No obstante, la exposición que le dedica la Triennale de Milán, más que enfocar en una sucesión retrospectiva de sus diseños a través de ellos mismos, prototipos, maquetas o bocetos, es una excepcional ocasión para experimentar en vivo cómo eran sus interiores a partir de reconstrucciones a tamaño real de partes de algunas de sus obras.
La selección incluye desde instalaciones y diseños de museos a casas particulares, showrooms, obra pública y escenografías teatrales, que buscan representar una secuencia de entornos que transmiten la evolución de su estilo, incluidos desvíos y abandonos. Adicionalmente, para una experiencia verdaderamente on site, al llegar o al salir de la Tiennale también se puede dar un pequeño paseo y visitar la cercana plaza Cardorna, remodelada por Gae Aulenti en el año 2000 con su recurrente empleo del rojo y la inclusión de la escultura Needle, Thread and Knot de Claes Oldenburg y Coosje van Bruggen.
Destaca especialmente la concepción escenográfica de sus interiores, o como apunta la arquitecta Farshid Moussavi en otro de los podcasts, su carácter inmersivo y experiencial. Un rasgo de su modo de proyectar nada anecdótico, ya que desde los años setenta también colaboró en paralelo en la creación de múltiples producciones de teatro y ópera. La transmisión entre los requerimientos a nivel de diseño de este ámbito y sus proyectos de interiores se hace palpable por lo envolvente y teatrales de algunas de sus obras, como el showroom creado en 1973 para Fiat en Zúrich o la tienda para Olivetti en Buenos Aires de 1968.
En la década de los ochenta, Gae Aulenti haría uno de sus proyectos más emblemáticos: la conversión de la antigua estación de tren de Gare d’Orsay en el espacio expositivo que conocemos hoy como el Musée d’Orsay de París. Paola Antonelli apunta en su conversación con Rawsthorn lo postmodernista que resultó. Tanto, que podía generar un cierto rechazo. Para la arquitecta Farshid Moussavi, la gran dificultad que encerraba este proyecto eran las muchas restricciones que le venían dadas por una arquitectura ya existente, destacando cómo Aulenti supo resolver esta complejidad en la escala para que las obras de arte encajaran perfectamente en el espacio.
Otros proyectos similares de integración de un contenido de arte en diferentes tipologías de arquitectura le llegaron después, incluida la remodelación del Palau Nacional de Barcelona, que reunificaba el Museo de Arte de Cataluña, el Museo de Arte Moderno, el Gabinete Numismático de Cataluña, el Gabinete de Dibujos y Grabados y la Biblioteca de Historia del Arte en un solo museo, para crear el que conocemos hoy como Museu Nacional d’Art de Catalunya.
Realizada en colaboración con el Archivio Gae Aulenti y comisariada por Giovanni Agosti, Nina Artioli y Nina Bassoli, la muestra Gae Aulenti (1927-2012) permanecerá abierta hasta el 12 de enero de 2025 en Triennale Milano.
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