Álvaro Matías, director de Madrid Design Festival: “Reunimos a quienes diseñan el mundo que queremos habitar”

Nació hace cinco años para divulgar y reivindicar el trabajo de los diseñadores y reconocer la excelencia y la importancia de una disciplina clave para el desarrollo de la sociedad. También como punto de encuentro de profesionales españoles e internacionales. En 2023, Madrid Design Festival alcanza su sexta edición consolidado como una de las citas más esperadas del calendario cultural de la ciudad, pero también como foro y laboratorio internacional del diseño en todas sus manifestaciones.

A partir del próximo 7 de febrero y hasta el 9 de abril, más de 300 actividades y 600 profesionales convertirán Madrid, un año más, en la capital del diseño. El certamen organizado por La Fábrica ha logrado multiplicar el interés por una disciplina que en España ha estado tradicionalmente vinculada a Barcelona, pero que cuenta en Madrid con su propia historia y con un tejido creciente que está conectado con los grandes centros internacionales del diseño. “Intentamos despertar la inspiración de todos los que quieren dedicarse a esto, pero también de aquellos para los que resulta más ajeno”, explica Álvaro Matías, director del festival. “El diseño está en todas partes, y hay una cultura creciente al respecto, pero tenemos que apuntalarla”.

A diferencia de otros eventos similares, el Design no establece cada año un marco temático que acote el certamen. El lema acuñado en 2018, Rediseñar el mundo, sigue siendo la premisa que vertebra eficazmente el programa y sus intenciones, porque sintetiza una necesidad más vigente que nunca. “Queremos hablar de los desafíos, preocupaciones y realidades del mundo en el que vivimos, que es el mismo que el de los diseñadores. Ellos tienen la capacidad de dar respuesta a muchos de los retos y necesidades que tenemos en la actualidad. Las propuestas del festival reflejan plenamente cuestiones de nuestro día a día como el consumo responsable, el reaprovechamiento de recursos y materiales, la eficiencia energética, la sostenibilidad o los planteamientos regenerativos en los procesos industriales. Reunimos a quienes están diseñando el mundo que queremos habitar”.

Temas actuales, pero no nuevos. “Décadas atrás, los grandes maestros del diseño ya hablaban de todo ello. Muchos valores de hoy rescatan las ideas de Enzo Mari, de Victor Papanek, o incluso de precursores como William Morris, que ya hablaba de producción responsable y diseño consciente. La diferencia es que hoy la sostenibilidad se da por hecho: no hay nadie que no trabaje en el diseño que vamos a exponer y dar a conocer en el festival que no lo tenga interiorizado. Ahora hay más conciencia por parte de la sociedad, y más nivel de exigencia. Todos hacemos el ejercicio crítico de pensar de dónde vienen las cosas y demandamos propuestas, soluciones, servicios y productos que sean consecuentes con el tiempo en el que estamos”.

Unas preocupaciones que se reflejan en la exposición que abre el festival, Madre Natura, en el Fernán Gómez Centro Cultural de la Villa. Comisariada por Teresa Herrero, reúne el trabajo de treinta diseñadores españoles que reflexionan sobre la naturaleza y sus elementos para crear propuestas sostenibles: desde alfombras y esculturas realizadas con plástico recuperado del mar a cactus impresos en 3D capaces de transformar el carbono en oxígeno. Han sido realizados por el estudio External Reference y figuran en la portada de la Guía del festival que el próximo sábado 4 de febrero se entregará con el nuevo número de ICON, revista oficial del festival. “Es una exposición que quiere agitar conciencias. Son piezas que tratan de transmitir mensajes urgentes acerca del mundo que habitamos, alertar sobre problemas como el agotamiento de recursos y la responsabilidad que como habitantes del planeta tenemos de que esto no vaya a más. Son proyectos que van a plantear soluciones prácticas de reutilización”.

En el mismo Fernán Gómez podrá verse Slow. Diseño lento para un cambio rápido, resultado del trabajo de mentoría de los diseñadores Inma Bermúdez, Álvaro Catalán de Ocón y Jorge Penadés con estudiantes de nueve escuelas de diseño de toda España que han trabajado durante meses en el diseño de piezas con maderas procedentes de bosques sostenibles de cuatro tipos de frondosas estadounidenses –roble rojo, arce, cerezo y tulipífero americano– poco utilizadas en Europa.

“Es un proyecto con un componente estético y visual que nos habla también de que la vuelta al trabajo con materiales regenerativos y naturales es la manera de promover un consumo responsable”, explica Matías. Los tres diseñadores implicados en Slow mostrarán en Matadero sus propias propuestas: tres piezas “brillantes e inteligentes” para conectar el espacio público con la naturaleza a través del uso de la madera. Además, Catalán de Ocón celebrará los diez años de su icónico proyecto PET Lamp, que combina la reutilización de botellas de plástico con el trabajo de cestería tradicional de diversos lugares del mundo, con dos exposiciones, en el Hotel Only You y en la Central de Diseño del Paseo de la Chopera. Nombres que representan, para Álvaro Matías, “la que probablemente es la mejor generación de diseñadores de la historia de nuestro país, que ha tenido la oportunidad de formarse fuera, que viven en un mundo más conectado y que han podido establecer diálogos con diseñadores y firmas internacionales».

Una de las principales novedades de esta edición es Fiesta Design, “un festival dentro del festival” que pretende “llamar la atención del público general a través de propuestas interactivas y participativas para que se acerquen al trabajo de los diseñadores”. Entre el 15 y el 26 de febrero, la sede de la Institución Libre de Enseñanza (ILE) abrirá sus puertas de diez de la mañana a nueve de la noche, con actividades para todas las edades. “Quien venga podrá recorrer los espacios de la ILE, perderse por el jardín, las aulas y los rincones descubriendo las propuestas de diseñadores, escuelas, alumnos y empresas. Es ante todo una declaración de intenciones, una invitación a participar de la experiencia del diseño”.

Fiesta Design es una de las iniciativas con las que el festival pretende subrayar el componente experiencial que, más allá de su función práctica, puede tener el diseño. Otra de ellas es Contornos del agua, la instalación diseñada por Teresa Sapey en colaboración con Formica Group, “una reflexión inmersiva en torno al agua y los recursos naturales” que ocupará hasta el 12 de marzo el vestíbulo del teatro Fernán Gómez. O Rasgos intangibles, la exposición organizada por la Asociación Española de Artesanía Contemporánea (SACo) en el Palacio de Santa Bárbara que acercará de manera sensorial al visitante al proceso creativo del artesano.

Junto a las 28 exposiciones e instalaciones y los 52 espacios de toda la ciudad que se suman al festival a través de su programa Off, Madrid Design Festival celebra un año más sus jornadas profesionales Pro, cuatro días de intensa actividad con charlas, presentaciones, mesas redondas y encuentros con diseñadores como Rosan Bosch, Sabine Marcelis, Martín Azúa o Mac Collins.

“Intentamos que durante esas cuatro jornadas el festival sea un lugar de inspiración, intercambio y estímulo de oportunidades profesionales. Se trata de fomentar el contacto entre marcas, diseñadores y estudiantes, compartir conocimiento, generar proyectos, propiciar encuentros y relaciones de continuidad entre todos. El festival sirve de campo de pruebas, que es algo de lo que estamos especialmente satisfechos. Durante estos años han surgido unos cuarenta proyectos con marcas y diseñadores gracias a estos espacios de encuentro que de otra manera no se hubieran producido”.

Un año más, el Design cuenta con una ciudad invitada. Tras Helsinki, Turín o Valencia, este año toma el relevo Sevilla. “El festival es un punto de encuentro con vocación de generar diálogo. Lo hacemos con los diseñadores, pero también con esos lugares que son referentes del diseño, que tienen una efervescencia creativa de la que queremos hacernos eco y con los que queremos establecer sinergias. Sevilla no solo es un foco cultural reconocido dentro y fuera de nuestro país, sino que tiene una larga tradición artesana que, combinada con la creatividad en el ámbito del diseño, está ofreciendo propuestas vanguardistas que reinterpretan el legado de su tradición y hace aportaciones relevantes en consonancia con lo que se está haciendo en el resto del mundo”. Macarena Navarro-Reverter ha sido la responsable de comisariar la exposición Sevilla. Sombra iluminada, diseñada por Studio Noju, un recorrido por el diseño de la ciudad hispalense que también podrá visitarse en el Fernán Gómez hasta el 9 de abril. Además, Fiesta Design acogerá además una serie de encuentros con creadores sevillanos.

La clave artesana que ofrece Sevilla sintoniza con la filosofía sostenible y respetuosa con el entorno que caracteriza al diseño reciente. “Vivimos la vuelta a ciertos hábitos artesanales. De algún modo dejamos la velocidad para hacer las cosas con pausa, cambiamos lo inmediato por el largo plazo, lo mío por lo común. En ese sentido, lo artesanal es como volver al origen, pero mejorado por los avances técnicos y las nuevas herramientas que permiten agilizar los procesos de producción, comunicación, venta y distribución, y que facilitan el desarrollo del trabajo creativo”.

El Madrid Design Festival no pierde de vista su ciudad. “Aunque no tiene la tradición popularmente reconocible, como puede suceder con Milán, Barcelona o Copenhague, Madrid tiene un tejido industrial con un peso importante del diseño, que ponemos de relieve a través de firmas como Ferram, pero también su propia historia y tradición, que hemos ido rescatando con propuestas que ponen en valor ese legado”. Este año, el festival ofrece Madrid, alfar de modernidad. Cerámica y diseño a mediados del siglo XX”. La exposición, comisariada por Pedro Feduchi y Pedro Reula, reivindica, en la línea de lo que el propio Feduchi hizo en 2019 con la muestra dedicada a la firma de mobiliario Darro, el movimiento renovador de la cerámica artística que tuvo su epicentro en la capital en los años cincuenta y sesenta.