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Penitencias
Penitencias. Con el respeto debido a quienes piensen lo contrario: hoy no es día de bailes y bureos, correrías y francachelas, sino de contrición y penitencia, como corresponde a la acción litúrgica de la pasión y muerte del Señor, antiguo día de presantificados, que conmemora el Viernes Santo. Corresponde asimismo no comer carne, según mandan los cánones, lo cual quiere decir que productos de la mar sí se pueden consumir. Es aconsejable, sin embargo, la mesura, pues hay feligreses que por cumplir la abstinencia se regalan una fastuosa mariscada, y semejante exceso gastronómico tampoco lo quiere la Santa Madre Iglesia, aunque no lo tenga condenado expresamente.El día es de recogimiento, que tampoco viene mal, una vez al año. Madrid se ofrece enterito a quienes no se marcharon de caravana interminable por esas carreteras de Dios ni de atropellada multitud por esas costas levantinas, y el ciudadano abstinente lo puede recorrer de la punta al cabo, gozando la contemplación de sus monumentos, mientras solaza el cuerpo y serena el espíritu a lo largo de sus paseos higiénicos y piadosos.